La Policía Nacional de Salamanca ha detenido a dos jóvenes de 25 y 33 años de edad como presuntos autores de delitos de robo con fuerza, al ser sorprendidos in fraganti en una carnicería en la confluencia de la calle Carpinteros con la calle Regato del Anís. Se trata de dos miembros de la banda de ladrones que ya fue detenida en abril, estando desde entonces en libertad con cargos.
Según informa la Comisaría, los agentes fueron alertados por vecinos de la zona. A su llegada sorprendieron a un individuo sujetando la verja de una ventana, gritando para advertir de la presencia policial y huyendo a la carrera. En su huida arrojó una bolsa de plástico con monedas. Mientras, otro individuo salió corriendo de la carnicería portando en sus manos un jamón, que también arrojó al suelo.
Los agentes salieron en su persecución, sin lograr alcanzarles, aunque les identificaron plenamente, al tratarse de dos conocidos policialmente por sus antecedentes, con seis y once detenciones anteriores. Alguna de ellas reciente, el pasado 27 de abril, como presuntos autores de robos con fuerza en distintos establecimientos de la capital, en pueblos de la provincia y en otras limítrofes, actuando de forma organizada y preferentemente en locales, garajes y establecimientos de todo tipo, al igual que en el interior de vehículos. Entonces fueron sorprendidos en Doñinos de Salamanca, donde guardaban el botín.
Además, la colaboración de los vecinos hizo que los agentes comprobaran que antes de acceder a la carnicería habían intentado robar en el interior de una furgoneta estacionada en la calle Cuchilleros, constatando que presentaba signos de apalancamiento en el marco y la puerta lateral derecha.
Además, uno de los detenidos había sido identificado por una dotación policial a las 11:30 horas de ayer en la avenida de Mirat, interviniendo en su poder un disco duro externo y una cámara de fotos cuya procedencia no pudo justificar. La investigación policial considera que son producto de un robo en el interior de un vehículo que su propietario tenía estacionado en la calle Isaac Peral, en el que además se apoderaron de otro disco duro, un ordenador portátil, una tablet y una grabadora de sonido.