"Me golpeó y me echó de la carretera porque le recriminé que se había saltado un stop. Di dos vueltas de campana, pude morir"

El ciclista Alberto Bejarano relata a SALAMANCA24HORAS el suceso vivido este domingo en Béjar, cuando en plena carretera un conductor pudo matarle, dándose a la fuga después de provocar su caída

 Alberto bejarano ac marriot 201802
Alberto bejarano ac marriot 201802

El ciclista Alberto Bejarano todavía se está recuperando del gran susto sufrido en la mañana del domingo mientras entrenaba en la ciudad textil, entre Vallejera y Palomares. Pese a que no tiene nada roto y, por tanto, podía haber sido mucho peor, sigue inquieto por el episodio vivido. Sin embargo, el ciclista ha podido relatarle los hechos a SALAMANCA24HORAS, tal y como había hecho horas antes en las dependencias de la Guardia Civil de Béjar para poner la denuncia.

Precisamente el día en que concluía en París la gran cita ciclista internacional, Bejarano se encontraba sobre las 12:30 horas rodando en su bicicleta por la antigua N-630. "Resido en Madrid pero he venido ocho días a casa para poder preparar aquí el Campeonato de España de Carretera, que se celebra en Asturias a mediados de agosto", explica el ciclista. Siempre sale con la bici con un grupo de exprofesionales del ciclismo de Béjar, como Moisés Dueñas o Rubi; pero en esta ocasión lo hizo solo. "No madrugué. Me quedé durmiendo más tiempo porque no tenía pensado hacer una ruta muy exigente, por lo que se fueron sin mí y esta vez salí solo". 

En el regreso hacia Béjar, justo cuando el ciclista pasaba junto al hotel rural situado en la travesía de Vallejera, vio como un turismo —del que prefiere no decir la marca y el modelo para no entorpecer la investigación de la Guardia Civil y que los agentes puedan dar lo antes posible con él— se incorporó a la misma carretera y muy cerca de él sin respetar un stop. "Evidentemente le hice señas con un brazo para recriminarle que se había saltado un stop y que tuviera más cuidado porque había un ciclista", dice.

En ese momento el conductor, justo cuando pasaban cerca del edificio de la ITV, un varón de entre 40 y 50 años que viajaba solo se colocó a la par de Alberto. "Alcancé a ver que el hombre estaba muy alterado y que me insultaba", explica. Pero lo que no esperaba es lo que ocurriría segundos después. "El conductor me encerró, por lo que comencé a frenar y creo que eso minimizó el golpe, porque al momento sentí el impacto del lado derecho del vehículo en el brazo y en el manillar", cuenta.

Literalmente salió volando. "Fui a parar a la cuneta y di dos vueltas de campana. La bicicleta cayó encima mío. Me he salvado porque había bajado la velocidad e iba a unos 20 kiómetros por hora", afirma la víctima. "El coche aceleró justo después y escapó del lugar, dejándome allí tirado".

Por suerte, en el momento del golpe subía hacia Vallejera desde Palomares otro conductor, que fue testigo del suceso. "Se bajó y me ayudó. Llamamos al 112 para contar lo que había pasado. Me preguntaron si hacía falta una ambulancia, pero sentía que no tenía nada roto más que los golpes lógicos, rozaduras y moratones; así que rápidamente enviaron una patrulla de la Guardia Civil", explica.

Los agentes se ofrecieron a llevar hasta las dependencias del Instituto Armado en Béjar a Alberto, pero el joven pudo recorrer el kilómetro que separa el lugar del suceso de la ciudad textil. Junto a Alberto, también acudió el testigo, que dio testimonio de lo que había visto. Ninguno de los dos pudo memorizar la matrícula. "No nos dio tiempo, pero ambos coincidíamos en el modelo del coche". 

"Pudo matarme"

El suceso es muy grave, y pese a que Bejarano es ciclista y está acostumbrado a vivir momentos de tensión en la carretera, nunca le había ocurrido algo así. "Soy de Béjar y llevo cinco años en Madrid. Te aseguro que allí, cuando salgo en bici, se producen más problemas y discusiones. Sabemos el peligro que conlleva esta afición. Pueden atropellarte y socorrerte, pero lo que no pensaba que podía ocurrir es que trataran de hacerte daño y se dieran a la fuga. Pudo matarme", explica a SALAMANCA24HORAS Alberto.

"Creo que muchos conductores no se conciencia. No saben que la normativa permite a los ciclistas circular en paralelo en carretera, debido a que así tenemos una mayor visibilidad porque es más fácil ver a un grupo que a un ciclista solo", afirma. "Nos falta conciencia cívica y respeto en sociedad", exclama el ciclista con rotundidad. "Esto me ha pasado a mí en la bici, pero le puede pasar a cualquiera en cualquier otra circunstancia ajena al ciclismo. Vivimos con mucha agresividad. La gente conduce enfadada. Lo veo en Madrid todos los días porque los conductores llegan tarde a los trabajos debido a al tráfico y se cabrean", indica. "La gente tiene que saber que debajo del maillot, del casco y de las gafas somos personas que tienen familia", relata. 

Lo que no esperaba Alberto era vivir algo así en Béjar. Este lunes volverá a salir a la carretera aún con el miedo en el cuerpo.


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