"Me obligaban a trabajar con dolores y con el período, porque si no, sería peor": Las declaraciones de una de las víctimas de la trata de mujeres y prostitución en pisos de Salamanca durante el juicio

Los acusados, un hombre y una mujer bajo los apodos de 'El Peludo' y 'Naya', son algunos de los líderes de la organización criminal

Juicio de 'El Peludo' y 'Naya'
Juicio de 'El Peludo' y 'Naya'

Durante la mañana de este martes, 24 de octubre, han sido procesados los dos acusados, un varón de nacionalidad venezolana bajo las siglas M.A.N.R. y al que se le conoce con el sobrenombre de 'El Peludo', y una mujer, de la misma nacionalidad, bajo las siglas N.S.M y con el apodo de 'Naya'. Ambos están implicados en un caso de trata de blancas y prostitución que el cuerpo de la Policía Nacional lleva investigando desde 2021. Los dos acusados pertenecían a una banda criminal que se lucraba a costa de los servicios sexuales que obligaban a ejercer en pisos de Salamanca, y de otros países europeos, a mujeres de nacionalidad extranjera. 

El juicio, por el que Fiscalía solicita una condena de 6 años y 10 meses para el varón por trata de seres humanos y por atentar contra los derechos de la ciudadanía extranjera, y hasta 7 años para la mujer por trata de seres humanos más un concurso de prostitución, ha estado marcado por las numerosas versiones y contradicciones entre los testimonios de los acusados, de las víctimas y de los testigos. 

Los testimonios de 'El Peludo' y de 'Naya'

El primero en declarar ha sido el varón acusado, bajo el apodo de 'El Peludo'. Tras expresar que no respondería a ninguna pregunta de Fiscalía, ha procedido solamente a responder las cuestiones de su defensa. Según la versión del acusado, el negocio de servicios sexuales lo llevaba de la mano con su pareja, la cual se ha considerado también como líder de la banda, pero no ha podido ser identificada por el momento. Una mujer con la que ha tenido varios hijos, y que a día de hoy residen en Venezuela, por lo que ha "justificado" alguna de sus labores ilícitas, tales como lucrarse a partir de la compra-venta de billetes de avión. 

A pesar de reconocer que sabía que su pareja se dedicaba a la prostitución, el acusado ha negado fervientemente mantener ninguna relación con la otra acusada más allá de "recibirla en Madrid y acompañarla al hotel, por órdenes de su pareja". 'El Peludo' ha negado tener nada que ver con el ejercicio de la prostiución en los pisos de Salamanca, los anuncios publicados en la redes para captar a las mujeres o las fotografías que se les hicieron a las víctimas. 

Por su parte, 'Naya' ha reconocido que sí que ejerció la prostitución, principalmente en un local ubicado en Francia pero que nunca "tuvo ningún control hacia las otras mujeres que allí trabajaban". La mujer ha declarado que llegó a España tras contactar con la presunta pareja del otro acusado, la cual le impuso una deuda de 8.000 euros. 'Naya', coaccionada por las amenazas de la líder de la banda, se trasladó hasta Francia, donde consiguió saldar su deuda. Desde entonces, asegura que "seguí trabajando pero ya no tenía que pagar ninguna deuda". 

El caso de dos de las víctimas

Tras las declaraciones de los acusados, dos víctimas han subido a declarar ocultas por los paneles de la protección de testigos. La primera, una mujer brasleña que cayó en manos de la organización criminal, ha explicado que no reconoce a ninguno de los acusados. Contactó con una mujer a través de un teléfono y esta le prometió trabajo en Salamanca. Asegura haber sido ella misma la que compró el billete de avión a España. "Empecé en la prostitución desde que llegué a Salamanca", ha asegurado. "Teníamos cama, ducha y comida, pero no podíamos salir fuera de la vivienda y debíamos darle el dinero recaudado por nuestras actividades sexuales a la 'encargada'. "Cuando quería irme, me convencían de que no lo hiciera porque fuera la policía me iba a encontrar". 

La segunda testigo, procedente de Venezuela, subió al estrado presa de los nervios y del pánico, y acompañada por su asistente social. Ante la situación precaria que vivió en Venezuela tras quedarse sin trabajo, contactó con la mujer de 'El Peludo', quien le prometió "ganar mucho dinero en España". "Desde el primer momento supe que tendría que dedicarme a la prostitucón", ha asegurado.

Tras unos días en Colombia, donde la víctima asegura "querer dejarlo pero no poder", la afectada viajó desde el país colombiano hasta la capital española a partir de un billete gestionado por la líder de la banda. Allí, declara haber estado con 'El Peludo', quien la llevó hasta el hotel y le dio las instrucciones de "borrar los mensajes y no hablar con la policía".

"No volví a verle, me enteré de su función en la banda cuando llegué a Francia". Una vez en los pisos de Salamanca, ubicados en las calles Lumbrales y Ayala, la víctima ejercía la prostitución para poder pagar su deuda, también de 8.000 euros. "Lo peor ocurrió cuando llegué a Francia, donde conocí a 'Naya'. Asegura que la acusada mantenía una relación de amistad con la líder de la banda. "Naya era la encargada de los pisos de Francia. Me obligaba a trabajar con dolores o con el período porque si no, sería peor. Yo les decía que me quería ir pero me contestaban que no podía. Cuando conseguí pagar mi deuda me volví a España sin nada, pero siguieron contactando conmigo para pedirme más dinero, y entonces fue cuando decidí denunciar", ha declarado la segunda víctima.

Las investigaciones de la Policía Nacional

El caso comenzó a esclarecerse cuando una agente del cuerpo de Policía Nacional encargada de llevar el caso subió a declarar. Declara que el inicio de la investigación fue la denuncia de la segunda víctima. Fue entonces cuando el cuerpo de la Policía Nacional comienza sus investigaciones y reconoce el 'modus operandi' de la banda. Los líderes de la banda contactaban con víctimas en situación precaria y les ofrecían la opción de la prostitución a cambio de una deuda. 'El Peludo' era el encargado de gestionar los billetes de avión, las reservas de los pisos e incluso de ir a buscar a las víctimas al aeropuerto y trasladarlas hasta los locales. Por su parte, la mujer del acusado, aún sin identificar, era quien publicaba los anuncios de las víctimas en una página web, con sus fotografías y enlazadas a su contacto. 

Por su parte, 'Naya', que mantenía una estrecha relación con la líder de la banda, era la 'encargada' de los pisos donde se ejercía la prostitución y desde donde controlaba los horarios de las víctimas y recibía el dinero. "No puedo entender cómo una persona que ha sufrido la explotación puede convertirse en la persona que explota", ha declarado la agente. El cuerpo de Policía declara que supone que cuando la banda comenzó a crecer, la pareja de líderes necesitó seleccionar a algunas de las víctimas para que se encargasen de cada piso. Ese fue el caso de 'Naya'.

El fin del juicio

Al final del juicio, un proceso judicial marcado por las diferentes versiones y las contradicciones, el juez ha decidido estudiar el caso, que ha definido como "complicado" debido a la "transnacionalidad" del mismo. 

 

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