​“Yo no insulté a mi madre, pero sí les dije a los policías: Disparad que yo tengo otra y os mato”

Son palabras de D. S. M. F., acusado de amenazar de muerte, con un arma de fuego en la mano mientras les encañonaba, a varios policías que acudieron a su casa al recibir un aviso de la madre del ‘pistolero’ 

 Audiencia Provincial Fiscalía de menores (16)
Audiencia Provincial Fiscalía de menores (16)

Un varón, de iniciales D. S. M. F., ha tenido que declarar en la mañana de este lunes, 9 de marzo, como acusado de un presunto delito de amenazas y lesiones. Según el informe del representante del Ministerio Fiscal, el pasado 2 de noviembre de 2019 la Policía Nacional de Salamanca recibió una llamada de la madre del acusado alertando que estaba siendo amenazada con un arma de fuego, sin embargo, según el propio 'pistolero', “yo no he insultado a mi madre, para nada” -precisamente su madre se ha acogido a su derecho a no declarar en contra de su hijo-

A la llegada de la Policía, y según coincidencia de las declaraciones de víctima y acusado, tres agentes se encontraron a la mujer fuera del piso quienes les alertó de la situación. “Nosotros le preguntamos a la madre si sabía la procedencia del arma de fuego para recabar toda la información precisa, que en ese momento nos pudiera ayudar para intervenir. Ella nos contestó que se la habría comprado por ahí”, cuenta uno de los agentes.

Precisamente, el único en declarar, puesto que ante la misma intervención policial las versiones de los hechos iban a ser prácticamente idénticas, ha relatado con detalle cómo fue el momento en el que procedieron a reducir al hombre “Subimos a la casa y allí vimos como el acusado estaba sentando en un sillón y nos estaba apuntando con un arma de fuego. Al mismo tiempo nos gritaba: no entréis que os mato, no entréis que os mato”. Precisamente, esas y otras frases han sido reconocidas por D. S. M. F.: “Sí yo les dije: disparar que yo tengo otra y os mato”.

Continúa explicando el agente de la Policía Nacional que “ante esta situación, nosotros nos parapetamos en el marco de la puerta. A través de un espejo que había en el pasillo nos dimos cuenta de que el salón era muy pequeño y que a través del hueco de la puerta nos seguía encañonando. En un momento se despistó y pudimos reducirlo. No exento, eso sí, de una fuerte resistencia; llegando incluso a caer al suelo y golpeándome en un dedo”.

Por su parte, el acusado admite que estaba influenciado por el efecto de alcohol y drogas y que por eso realizó esos actos: “me había tomado diez o doce chupitos, algo de coca y dos o tres porros”. Sin embargo, el propio agente de la Policía Nacional ha asegurado que “en ningún momento parecía estar bajo los efectos de nada”.

La representante del Ministerio Fiscal ha solicitado por estos hechos una pena de tres años de prisión, así como a una multa de 150 euros y una indemnización de 500 euros.

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