Un agente salió tras ella y la agarró de la ropa, pero la corriente de agua era fuerte, lo que obligó a una policía a intervenir también, cogiendo tanto a su compañero como a la menor de edad, que intentaba zafarse con golpes y arañazos. Gracias a la ayuda de otros cuatro policías pudieron salvarle la vida a la adolescente, que causó heridas en algunos de ellos.
Tras comprobar que se encontraba sin heridas, la Policía Local avisó a sus padres, que se personaron en el lugar para recogerla. Al parecer la menor sufría un estado de enajenación, como confirmaron los propios familiares.