Ocho días después de producirse la desaparición de José Antonio Martínez Bolos, un varón de 72 años enfermo de alzheimer, la solidaridad salmantina va en aumento y los participantes en las diversas batidas no bajan los brazos, pese a que los días pasan y no hay pistas relevantes de qué ha podido ser de él.
En la mañana de este miércoles, 21 de noviembre, otro numeroso grupo de personas se ha dado cita en el helipuerto de Huerta Otea, desde las 11:00 horas, para iniciar otra batida a lo largo y ancho de la ciudad. Entre otros muchos lugares, los participante se han pateado el barrio de Pizarrales de arriba a abajo, el barrio del Carmen, El Zurguén y el entorno de la estación de autobuses, así como diversas casas abandonadas y otros solares e inmuebles deteriorados.
La búsqueda es general, en estos ocho días quedan pocos lugares por revisar, por lo que los interrogantes siguen siendo los mismos. A las 14:00 horas dará comienzo otra segunda batida desde la zona de Salas Bajas. Las horas pasan pero las fuerzas no flaquean. La familia de José Antonio sigue arropada por muchas personas que, con todo su empeño, no cesan en el deseo de volver a ver a este hombre con vida y que su pesadilla acabe.
Cabe recordar que el hombre mide alrededor de 1,78 metros y que la última vez que fue visto vestía una cazadora y un jersey verdes, pantalones oliva, zapatos marrones y camisa a cuadros.