La Policía Nacional detuvo el pasado mes de marzo a seis personas acusadas de delitos de atentado contra la autoridad al agredir a policías nacionales para intentar evitar una detención. Como ya informara entonces SALAMANCA24HORAS de fuentes de Policía Nacional y Guardia Civil, los hechos se produjeron sobre la medianoche en la zona de San Vicente, cuando los agentes procedían a arrestar a un hombre. Al momento salieron de sus viviendas familiares y amigos para impedirlo, profiriendo insultos contra los policías. Se llegaron a congregar casi cincuenta personas, que rodearon a los agentes hasta la intervención de refuerzo de Policía Local y Guardia Civil para evitar el linchamiento.
Pasadas las once de la noche, los agentes identificaron a cuatro personas que se encontraban en el interior de un vehículo y otras cuatro en el exterior de la calle San Ambrosio, todas ellas de etnia gitana, presuntamente consumiendo sustancias estupefacientes. En ese momento comenzaron a llegar familiares y amigos, increpando y amenazando a los agentes, en actitud agresiva. Así, consiguieron soliviantar a los identificados y, llamando a voces a los familiares de las viviendas colindantes, siguieron congregándose hasta casi medio centenar de personas que rodearon a los policías.
Los agentes solicitaron apoyo de otras patrullas. Al llegar al lugar, uno de los integrantes del grupo empujó e intentó tirar al suelo a uno de los policías, precipitando los acontecimientos, ya que los presentes acorralaron y agredieron reiteradamente de forma violenta a los agentes, tratando de arrebatarles las defensas policiales y tirándoles al suelo. Por este motivo solicitaron ayuda urgente de Policía Local y Guardia Civil, cuya presencia facilitó que se controlara la situación y se dispersara el grupo. No obstante, desde las viviendas se continuaron profiriendo insultos e incluso mostrando algún arma blanca .
El resultado de la agresión fue siete policías con lesiones, de las que fueron asistidos en centros médicos, además de resultar varios de ellos con roturas y destrozos en prendas de sus uniformes. Dos jóvenes de 18 y 27 años y una mujer de 41 fueron detenidos en un primer momento, dos hombres de 37 y 43 años, y una mujer de 58 días después, quedando en libertad con cargos tras prestar declaración ante el juez.
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