Diez minutos antes de que el reloj marcara las 12:30 horas de este martes, las alarmas se encendieron en las localidades de San Felices de los Gallegos y Bañobárez. De sur a norte, poco a poco se iniciaban pequeñas columnas de humo que no paraban de crecer hasta una quinta, que se quedó a escasos kilómetros de la primera de estas localidades.
La acción del hombre, sin confirmación oficial, pero con todas las hipótesis apuntando hacia un incendio intencionado por la forma en la que se crearon los focos, al principio cinco, pero dos pequeños se unieron rapidamente dejando la estampa del horror con cuatro columnas que emanaban hacia el suelo y se podían ver desde Salamanca capital o incluso desde Galicia, como apuntaban la tripulación de las aeronaves gallegas que llegaban a tierras salmantinas para echar una mano, como lo hicieron las salmantinas precisamente en la provincia vecina de Ávila.
Pasaban los minutos y el tiempo se volvía en contra de vecinos y personal de extinción de un incendio que encontraba en su mejor aliado al viento. Nervios a flor de piel, mucha tensión y decenas de vehículos que iban y venían por los caminos de la zona, cada uno para, primero, cuidar los suyo y después ayudar a los dueños de parcelas vecinas. Todos a una para hacer frente al enemigo común del fuego.
Cada uno ayudaba “como buenamente podemos”, apuntaba una señora a SALAMANCA24HORAS.COM, cuando buscaba sombras por la carretera para ir dejando botellas de agua para que pudiera beber todo aquel que lo necesitara. Otros con sus coches transportaban todo tipo de herramientas para frenar el avance del fuego, mientras decenas de personas, con palas o ramas, echaban una mano a los efectivos de Bomberos que trabajaban en uno de los laterales de la carretera que conecta con Ciudad Rodrigo, para evitar que el incendio fuera a más.
Precisamente, esta carretera tuvo que ser cortada al tráfico en varias ocasiones y durante varios minutos, puesto que las llamas amenazaban con cruzar la calzada.
Pasadas las 15:00 horas la situación era preocupante. El cielo se tiñó de negro y entre las altas columnas de humo se podía ver un trasiego de medios aéreos que buscaban en cualquier punto un lugar donde poder cargar agua y frenar las llamas que se situaban entre la mencionada carretera y el cauce del río Agueda.
Bomberos, vecinos y agentes de Guardia Civil, “cada uno como buenamente ha podido”, trabajaban a contrarreloj para luchar contra un incendio que arrasaba centenas de hectáreas y que llevaba a la Junta a elevarlo a nivel 1 de alerta.
Desde Galicia llegaban aviones anfibios para colaborar en las tareas de extinción del “monstruo”, tal y como lo catalogaban los efectivos gallegos, que se sumaban a una multitud de medios aéreos y terrestres que han trabajado durante largas horas para estabilizar el incendio, en torno a las 19:00 horas, y dejar un buen panorama de cara a la noche cuando han tenido que retirarse por su llegada.
Precisamente, esta se ha tornado vital para el devenir del fuego y multiplica la importancia de las cuadrillas terrestres que han relevado a sus compañeros de oficio. Su labor, seguir trabajando sobre la zona para evitar que las llamas vuelvan a descontrolarse en un terreno de difícil acceso.
Parece que lo peor ha pasado, aunque el miedo a que el fuego se reavive sigue latente. De momento, los efectivos terrestres siguen trabajando sobre el terreno en una zona que, lamentablemente, ha vuelto a ser sacudida por la desgracia del fuego intencionado. A primera hora de la mañana de este miércoles, a las 10:00 horas, diferentes efectivos en la zona confirmaban a SALAMANCA24HORAS.COM que la situación seguía controlada y el incendio estabilizado. Sobre el terreno trabajan en 4 técnicos, PMA (Puesto de Mando Avanzado de Dirección de Extinción), 9 AM (Agentes medioambientales), 6 cuadrillas, 4 autobombas, 2 buldócer, 3 helicópteros y 3 ELIF (patrulla helitransportada), con el apoyo de 2 BRIF (Brigadas Forestales), 2 hidroaviones, ACO (Avión de Coordinación y Observación del MAPA) y 2 aviones anfibios.
Por último, las imágenes aéreas confirman con nitidez la presencia de los cuatro focos activos en los peores momentos del incendio. Al norte se puede ver el núcleo de población de San Felices de los Gallegos, al noreste el municipio de Bañobárez y entre medias la carretera que conecta Lumbrales con Ciudad Rodrigo. Los cuatro focos se sitúan a la izquierda de la carretera y a la derecha del río Agueda.