El Mercado Central de Salamanca cuenta, desde este miércoles, 25 de abril, con un nuevo desfibrilador semiautomático (DESA) en sus instalaciones, que permitirá salvar vidas en caso de parada cardiorrespiratoria de cualquier charro que se encuentre tanto en las instalaciones como en las inmediaciones.
Esta adquisición ha sido posible gracias a la Confederación de Empresarios Salmantinos (CES) y a la Asociación de Empresarios Salmantinos del Comercio (Aesco), así como al programa europeo ‘Un Corazón, un DESA’.
Rafael Martínez Marina, director de formación de ‘Un corazón, un DESA’, ha detallado que no sólo se trata de la implantación del desfibrilador, sino de la formación “empleados y empresarios que están en el Mercado” (cerca de una docena en total) para que cualquier persona que sufra una parada cardiorrespiratoria pueda recibir unos primeros auxilios hasta que lleguen las asistencias sanitarias. Y es que, como aseveró Rafael Martínez, “esos primeros minutos son los que les van a salvar la vida”.
El desfibrilador lo que hace es controlar, con una descarga, una arritmia cardiaca, por lo que supone “una ayuda grandísima”, recordó Rafael Martínez. Así, si se confirma que una persona está sufriendo una parada, tras llamar al Servicio de Emergencias, una persona tiene que encargarse de realizar una maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP) y posteriormente se le pondrá el desfibrilador, que con la descarga parará el corazón y permitirá que con la RCP se le pueda poner otra vez en funcionamiento.
‘Un corazón, un DESA’ trabaja para crear espacios ‘cardioprotegidos’ en Salamanca
Tras el convenio firmado por ‘Un corazón, un DESA’ firmado con CES se trabaja mediante diversas actuaciones y a través de la inclusión en instalaciones de desfibriladores y la formación de personas para crear espacios ‘cardioprotegidos’.
Así, el pasado fin de semana ya fueron formados dos trabajadores del Mercado Central, si bien en los próximos días se proseguirán con dichas enseñanzas hasta alcanzar la docena, concretó el director del programa ‘Un corazón, un DESA’, José Antonio García Díez.
Salamanca cuenta así con cerca de medio centenar de desfibriladores en espacios públicos, así como muchos más en empresas, colegios o universidades, lo que convierten a la localidad charra en “una de las ciudades más avanzadas” en espacios ‘cardioprotegidos’, pese a que no se cumple con el objetivo de tener uno cada 500 metros, que sería lo ideal, finalizó José Antonio García, quien sí reconoció que cada vez se está más concienciado.
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