"Aquel día no me mató de milagro. Antes ya me había obligado a tomar pastillas y a escribir una nota de suicidio"

La víctima de la brutal agresión ocurrida el pasado mes de enero en una vivienda de la calle Enrique de Sena de Santa Marta ha detallado la paliza que el presunto autor de los hechos le dio y también la convivencia que mantenían. El hombre, que aquel día al tratar de escapar se cayó y sufrió importantes heridas, ha afirmado no recordar la paliza, pero se ha declarado culpable

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El juicio contra M.A.S.S., un hombre que en enero de este año agredió brutalmente a su expareja en una vivienda de la calle Enrique de Sena de Santa Marta, y después trató de escapar de la Guardia Civil saltando por una ventana del tercer piso y descendiendo por un canalón; ha quedado visto para sentencia en la mañana de este miércoles tras celebrarse en el Juzgado de lo Penal número 1 de Salamanca.

En la vista oral, el acusado, que se enfrenta a una condena de cuatro años que solicita el fiscal, ha indicado que no recuerda bien lo que pasó aquel 17 de enero en la casa, ya que había mezclado varios trankimazines con alcohol y cannabis, aunque sí ha manifestado que discutió con su ex porque "no me gustaba que nuestra hija estuviera en casa de sus abuelos maternos". "No recuerdo si la pegué o no y si me caí por la ventana. Sólo me acuerdo de estar en Topas con el pijama del Hospital Clínico puesto", ha señalado el acusado.

La víctima de la brutal agresión, por su parte, ha indicado sin ningún tipo de dudas que aquel día los acontecimientos se sucedieron en el momento en que ella le dijo "que no le quería y no quería estar más tiempo con él". "Fue en ese momento cuando me pegó una bofetada que me hizo caer al suelo", ha explicado la joven, que además ha señalado que "no me mató de milagro", explicando a la magistrada la conducta del acusado en otras ocasiones. "A mi padre le ha llegado a amenazar con rajarle el cuello y a mí, en otra ocasión, me obligó a tomar sus pastillas y a escribir una nota de suicidio", ha contado entre lágrimas.

La pareja de guardias civiles que intervinieron en el suceso han relatado que alrededor de las 17:00 horas la Policía Local de Santa Marta solicitó su apoyo por un presunto caso de violencia doméstica. Poco antes se había personado en las instalaciones policiales el padre de la víctima, que les había explicado que llevaba desde el día anterior sin poder hablar con la joven, y que "era posible que le hubiera pasado algo porque ya había vivido problemas con su pareja anteriormente".

La patrulla se desplazó hasta el domicilio de la calle Enrique de Sena y llamaron a la puerta de la vivienda, ubicada en el tercer piso. "Nadie respondía, pero se escuchaba un gemido leve de una mujer, como un lamento. En ese momento solicitamos ayuda a los Bomberos para que abieran la puerta", han contado los dos agentes.

"Fue en el momento en que comenzaron a escucharse las sirenas de los Bomberos cuando una vecina del primer piso gritó que alguien se había tirado al patio. Encontramos al hombre sangrando abundantemente de la cabeza. La joven pudo salir de la casa gracias a los Bomberos, que la sacaron con la escala. Tenía la cara muy hinchada como de haber recibido golpes, casi no podía ver", ha concluido uno de los agentes.

Finalmente, en su derecho a la última palabra, el acusado M.A.S.S. se ha declarado culpable.

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