Salamanca albergará un Campus Agroambiental con el objetivo de generar más oportunidades y crear empleo en torno a la investigación, desarrollo e innovación en Salamanca, así como fomentar el sector primario en la provincia.
Este proyecto nace de la colaboración entre el Ayuntamiento, la Diputación Provincial, la Universidad de Salamanca y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Se instalará en el nuevo sector denominado La Platina, próximo al Campus Miguel de Unamuno y al Instituto de Biología Funcional y Genómica, en dos parcelas cedidas por el Ayuntamiento donde se ubicarán el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología del CSIC y la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales de la USAL. Esperan que pueda ser una realidad en tres o cuatro años.
El primer teniente de alcalde, Carlos García Carbayo, el presidente de la Diputación, Javier Iglesias, el vicerrector de Economía de la USAL, Javier González, y la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, han presentado este martes esta iniciativa que esperan que pueda ser una realidad en tres o cuatro años. “Creemos que este futuro es ya una realidad”, ha destacado la presidenta del CSIC, quien ha explicado que se trata de un proyecto que “va a permitir poner la ciencia al servicio de la sociedad”.
Tal y como ha detallado García Carbayo, las dos parcelas cedidas por el Consistorio al CSIC y a la Universidad de Salamanca tienen una extensión de 10.513 y 17.615 metros cuadrados, respectivamente. A ellas se trasladarán el IRNASA, situado actualmente en la calle Cordel de Merinas, y la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales, en la avenida de Filiberto Villalobos.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, se ha referido al Centro Agronómico como “un proyecto valiente, y de futuro” que “permite hablar de una Salamanca inteligente” y “responsable con el futuro de la provincia”. Además, ha explicado que la Diputación cofinancia este proyecto que ahondará en la formación, la investigación, la transferencia del conocimiento y la tecnología aplicada al sector agrícola y ganadero. “Con iniciativas como ésta podemos construir una provincia más equilibrada y con más oportunidades que mire al campo y a los ganaderos”.
La Universidad de Salamanca, por su parte, considera que la cesión de una parcela por parte del Ayuntamiento es un primer paso esencial para poder desarrollar uno de sus proyectos prioritarios: dotar de un nuevo espacio a la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales. El vicerrector de Economía de la USAL espera que “en el plazo más breve posible” sea una realidad. Estima, a falta de contar con un proyecto básico, que el presupuesto puede rondar los siete u ocho millones de euros.
En el caso del CSIC, este campus aglutinará las capacidades en el área agropecuaria en un espacio común. “Comenzamos una andadura que puede tener una trascendencia increíble”, ha explicado su presidenta, quien estima el presupuesto de la creación del edificio en unos cinco millones de euros, que con la dotación de las instalaciones puede rondar los siete millones de euros.
El nuevo IRNASA
La nueva sede del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca tiene previsto integrar a unas 59 personas; de ellas, 17 serán investigadores de plantilla, 28 personal de apoyo científico y de gestión, y 14 serán contratados para integrar los departamentos de Desarrollo Sostenible de Sistemas Agroforestales y Ganaderos, Estrés Abiótico y Procesos de Degradación Medioambiental y su Recuperación, con un total de seis grupos de investigación.
El nuevo centro de investigación dispondrá de: un edificio central para oficinas, salas de conferencias y laboratorios de uso común (de unos 2.600 metros cuadrados en total); un invernadero (de unos 500 metros cuadrados) con zona de almacén de materiales más salas de fitotrones, crecimiento de plantas, cabinas de flujo laminar y zona de limpieza y desinfección de materiales para plantas; una parcela experimental para cultivo de plantas de unos 300 metros cuadrados, para ser usada por varias instituciones; un edificio para albergar animales de experimentación con zona de almacén de materiales, laboratorios de bioseguridad BSL2 y BSL3, y zonas de limpieza y desinfección de materiales para microorganismos (de 600 metros cuadrados aproximadamente); una parcela experimental para alojar temporalmente a animales al aire libre (de unos 300 metros cuadrados) y, finalmente, integrará también zonas verdes y vías de acceso.
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