Las pesquisas comenzaron tras la denuncia presentada por esta mujer, describiendo cómo un hombre "desconocido y muy corpulento" le había abordado por la espalda y, tras haberle propinado un "fuerte empujón", le había arrebatado un portadocumentos en cuyo interior llevaba 10.000 euros en efectivo.
Según el relato de la denunciante, de 41 años, con esa cantidad se disponía a efectuar una transacción inmobiliaria de compraventa de un piso.
Según la Policía, para "dar mayor veracidad a su versión", la mujer facilitó "datos parciales del individuo", y manifestó que el vehículo empleado en su huida le resultaba "familiar", llegando a dar "datos parciales de su placa de matricula".
Las investigaciones se complementaron con la nueva aplicación informática VeriPol, que permite detectar las denuncias falsas y que desde mediados del pasado mes de diciembre ha permitido descubrir dos casos de estas características en Ávila.
Finalmente, la mujer reconoció ante la Policía Nacional la falsedad de los hechos denunciados, antes de confesar que atravesaba una "delicada situación económica", por la cual había construido la historia "para ganar tiempo y justificarse" ante algunos de sus acreedores.
La Policía Nacional ha insistido sobre las consecuencias y responsabilidades penales en las que se incurre al interponer una falsa denuncia, así como al acusar a alguien o simular un delito inexistente. En estos casos, en la creencia de que resulta muy fácil el engaño y en ocasiones mal asesorados por terceros, pretenden obtener una indemnización del seguro, justificar gastos, o tratar de encubrir negligencias o descuidos.
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