Este 2019 se cumplen cuarenta años de la incorporación de las mujeres a la Policía Nacional. En aquella primera promoción, en 1979, entraron 43. Todas ellas accedieron al Cuerpo Superior de Policía, la antigua Secreta, por lo que actuaban de paisano. La primera promoción de mujeres uniformadas data de 1984 e ingresaron en la Policía 53 mujeres. Sin embargo, ya llevaba un año en su puesto la primera mujer que se incorporó a la Comisaría Provincial de Salamanca, en 1983.
A día de hoy son 9.063 las mujeres que se desempeñan cada día en la Policía Nacional, el 14,3% del total. En Salamanca son 24 de un total de 239 agentes, el 10%. Una de ellas es la inspectora zamorana Gema Aguiar, de 47 años, que juró el cargo en 1999 y forma parte de la Comisaría de Salamanca desde el año 2005. Tras un periodo formando parte de la Policía Judicial, realiza actualmente labores de gestión. Anteriormente estuvo de prácticas en Rubí (Barcelona) y luego como inspectora en El Prat de Llobregat. Tras cuatro años se trasladó a Madrid y de ahí a Salamanca.
Aguiar afirma que, en estos años, la Policía Nacional ha cambiado mucho y las mujeres se han incorporado a importantes cargos de responsabilidad. "Las mujeres somos más trabajadoras y persistentes, pero no sólo en la Policía, en todos los ámbitos", afirma. De hecho, son siete las mujeres comisarias provinciales en distintos lugares de España, mientras que comisarias de menor rango que las primeras ascienden a 28.
"Al ser mujer, en determinadas situaciones tienes que demostrar más, porque te cuestionan, pero el Cuerpo se ha rejuvenecido con el paso del tiempo y estas situaciones ya casi no ocurren", explica la inspectora. Eso sí, acostumbrada a tener responsabilidades a lo largo de su carrera, de hecho fue coordinadora en Seguridad Ciudadana de un equipo de zetas, "alguno pudo pensar en aquel momento: ¿me vas a mandar tú a mí?".
"En otra ocasión, estando en Policía Judicial, tuvo que realizar un seguimiento de paisano a un sospechoso con un compañero. Nos sentamos cerca de él en un bar y, posteriormente, le detuvimos en un banco, cuando iba a realizar una estafa. Ya en Comisaría, este hombre se sorprendió de verme, ya que me reconoció del bar. No sospechó de que yo fuera policía, básicamente, porque era una mujer", cuenta.
Aguiar afirma que jamás se ha sentido menospreciada o desplazada por el hecho de ser mujer. "Al principio, en ocasiones tuve que sustituir a un jefe de servicio y formé parte de reuniones en las que todo eran compañeros y yo la única mujer, pero nunca me sentí una igual. Y esa situación incluso ha ido a mejor porque nos hemos ido incorporando a esas reuniones más mujeres", cuenta.
Sin embargo, resulta curioso comprobar que hasta hace muy poco tiempo era, para la policía, inspector y no inspectora, ya que ha sido a través de la Ley Orgánica 9/2015 de 28 de julio, de Régimen Personal de la Policía Nacional, cuando se ha recogido el cambio de nomenclaturas y menciones a los puestos femeninos dentro del Cuerpo. De hecho, Gema Aguiar tiene un carné profesional muy reciente en el que ya es, a todos los efectos, "inspectora" y no "inspector", aunque afirma que tampoco es una cuestión muy relevante. "Al fin y al cabo la palabra agente o policía nos representa a ambos sexos, y no creo que haya que utilizar otra", explica.
Los futuros mandos policiales serán casi tantas mujeres como hombres
En la Escuela Nacional de Policía, en Ávila, se forman los policías del futuro. En la escala básica las mujeres son el 24% del alumnado, casi el doble de la cifra que representan actualmente las féminas en el cuerpo. Pero la cifra es proporcionalmente mucho mayor en la escala Ejecutiva, de la que saldrán los futuros mandos policiales y en la que las mujeres representan ya el 40% de los alumnos que se encuentran en periodo de formación. alumnado en periodo de formación.
Ejemplo ya de este ascenso fulgurante de la mujer a lo más alto de la Policía Nacional es la presencia de dos en la Junta de Gobierno, el máximo órgano de dirección del cuerpo. Se trata de la comisaria principal María del Pilar Allué Blasco y de la comisaria principal Eulalia González Peña, ubicadas en el escalafón de subdirectoras generales. Ambas formaron parte de las primeras promociones.
También hay muy relevantes casos de superación personal de mujeres en la Policía Nacional. Un ejemplo de ello es la comisaria María Elisa Fariñas, que ha llegado hasta el segundo máximo rango policial después de haber ingresado al cuerpo por la escala básica, como policía de calle.
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