Rocío Fernández-Ballesteros, doctora honoris causa de la USAL, apuesta por adaptar la edad de jubilación: “La realidad es que se vive mucho”

La catedrática emérita de la Universidad Autónoma de Madrid del Área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico también se congratula por las políticas de envejecimiento activo que se están desarrollando

 Rocío Fernández-Ballesteros Ricardo Rivero Cristina Granados
Rocío Fernández-Ballesteros Ricardo Rivero Cristina Granados

La Universidad de Salamanca ha presentado a la que, a partir de este viernes, será nueva doctora honoris causa del Estudio salmantino. Se trata de Rocío Fernández-Ballesteros, catedrática emérita de la Universidad Autónoma de Madrid del Área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico y que será investida, a partir de las 12:30 horas, en el Paraninfo de las Escuelas Mayores.

La profesora ha estado acompañada por el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, y por su madrina, la catedrática de la USAL en el mismo campo que Fernández-Ballesteros, Cristina Jenaro, quien fue la encargada de proponer su nombramiento (junto al Inico y a todo el Departamento y Facultad de Psicología) y la encargada de defender su postulado ante el Consejo de Gobierno y el Claustro de Doctores.

Así, la doctora Jenaro quiso agradecer al Equipo Rectoral la visibilización de una ciencia como la Psicología, que pese a tener menos años de vida que otro tipo de ciencias está recorriendo un camino brillante en España gracias, en parte, al trabajo de personas como la doctora Fernández-Ballesteros, algo que le ha querido agradecer de manera personal el día en que, además, la catedrática emérita cumple años.

De hecho, Cristina Jenaro reflejó que el trabajo de Rocío Fernández-Ballesteros ha sido pionero puesto que “sus enseñanzas han permeado nuestra docencia” desde los años 80, momento en el que se comenzó a impartir la materia de Evaluación Psicológica. Además, la catedrática emérita ha ido avanzando en sus manuales, lo que ha hecho progresar todo ese campo en el que trabajaba y “ha ayudado mucho a desarrollar la Psicología”, puesto que esta no es posible sin evaluación.

Por su parte, Ricardo Rivero aseguró que Rocío Fernández-Ballesteros personifica, mejor que nadie, lo que debe ser la universidad, puesto que ha tenido y tiene “una docencia comprometida, una investigación productiva (con un número de artículos en revistas científicas internacionales “impresionante”) y un gran compromiso social”, puesto que su línea de investigación contribuye a afrontar los desafíos más importantes de nuestro tiempo.

Unos valores que, en el momento histórico presente, es algo “sumamente importante”, ya que “lo que hace la profesora Fernández-Ballesteros es la universidad: dar clase, crear conocimiento y transmitirlo para que la sociedad avance”.

Por todos esos halagos, la catedrática sólo pudo que dar las gracias, recordando además que un currículo digno de recibir un doctorado honoris causa, “el más alto grado al que puede aspirar un académico”, sólo se puede alcanzar con el apoyo de la universidad.

Además, el recibirlo de la Universidad de Salamanca, una universidad con 800 años de historia y que ya invistió honoris causa a sus maestros, los doctores José Luis Pinillos y Albert Bandura (con los que estará “en el tramo final de la vida”), y que además es la de su región, puesto que ella es leonesa, le hace sentirse “con rubor”. Por todo ello, no pudo encontrar las palabras para agradecer tal honor, tanto al rector como a la Facultad de Psicología, al Inico y a Cristina Jenaro. 

Adaptar la edad de jubilación a la nueva esperanza de vida puesto que una vida activa reduce la probabilidad de demencia

La doctora Fernández-Ballesteros explicó que diferentes estudios demuestran que la vida activa, en determinadas profesiones, reduce la probabilidad de padecer demencia (los cálculos hablan de que, por año trabajado, se reduce las posibilidades en seis meses), por lo que no entiende las polémicas que existen en torno al retraso de la edad de jubilación.

De hecho, también concretó que cuando se fijó la edad de retiro en 65 años fue en el 1921, cuando por aquel entonces la esperanza de vida era de 41,5 años, mientras que ahora es de 82 años, por lo que cree que debería revisarse esa edad de jubilación y adaptarla a los nuevos tiempos.

De hecho, incluso llegó a afirmar que le gustaría que, en el futuro, uno se pueda jubilar a los 80 años y de manera voluntaria, si bien pasando revisiones periódicas que confirme que se está habilitado para seguir trabajando, siempre con la premisa de seguir siendo una persona productiva.

“Es lo sensato, porque también tenemos muchos más años de formación”, prosiguió, insistiendo en que hay que adaptar la vida a muchos niveles pero siempre ajustada a la realidad, que hoy en día es “que se vive mucho”.

Se están desarrollando grandes políticas de envejecimiento activo

Sobre las políticas de envejecimiento activo, Fernández-Ballesteros aseguró que “se están haciendo grandes cosas”, tanto por parte de las administraciones como por parte de las personas que tratan de “dar más vida a los años”, algo que, eso sí, se debe hacer desde que se nace para envejecer bien, porque “vivir es envejecer”.

Un envejecimiento activo que se ha retrasado, algo que se puede ver también en las películas, y su predicción es que se seguirá mejorando porque “cada vez tenemos más elementos”. De hecho, propuso dos teorías: una que es “morir joven a los 140 años”, que implicaría tomar el envejecimiento como una enfermedad que se ha de curar; y otra que es “la muerte de la muerte”, algo que sin embargo considera “ciencia ficción”.

Sobre la muerte digna o eutanasia, que como recordó son dos cosas distintas y no sinónimas, cree que la segunda está próxima, aunque lo lleva estando desde hace 35 años. Y si no se ha dado todavía es porque “legislar es muy difícil”, sobre todo teniendo en cuenta la posibilidad de cambio de opinión que puede surgir.

Una charla en el Programa Interuniversitario de la Experiencia

Como parte de su estancia en Salamanca, la profesora Fernández-Ballesteros ofreció la conferencia extraordinaria ‘El envejecimiento activo y las universidades de la experiencia’. Esta tuvo lugar después de la rueda de prensa, y su participación fue agradecida tanto por el rector como por la doctora Cristina Jenaro.

Rivero sobre la coincidencia de honoris causa en la USAL y la UPSA: “Lo siento mucho. Daré indicaciones para que no vuelva a ocurrir”

Sobre la coincidencia de la investidura doctora honoris causa de Rocío Fernández-Ballesteros con el acto de las mismas características que tendrá lugar en la Universidad Pontificia (donde serán investidas Margarita Salas y Adela Cortina), el rector de la USAL, Ricardo Rivero, aseguro que “lo siento mucho” y que dará indicaciones a su Gabinete “para que no vuelva a ocurrir”.

“Salamanca es una ciudad universitaria tan concentrada que las contraprogramaciones son muy llamativas”, continuó. Y, pese a que sean constantes, en esta ocasión “es una lástima” y se trabajará para prevenirlas en el futuro, si bien aclaró que no ha habido ninguna premeditación en el hecho.

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