​Salamanca dice adiós a los puestos de castañas asadas

Este viernes se han retirado los últimos que quedaban por los operarios municipales. Cuando llegue el otoño volverán a instalarse, como es tradición

 puestos de castañas
puestos de castañas

Con la llegada de la primavera, Salamanca ha dicho adiós a los puestos de castañas asadas. Si bien llevaban prácticamente un mes cerrados, ha sido este viernes cuando los operarios municipales han retirado los últimos puestos, que llevaban puestos desde el 24 de octubre, abriendo tres días después.

Unos puestos de castañas asadas que se comienzan a ver con la llegada del frío salmantino, unos días después del comienzo oficial del otoño, y que permanecen lo que queda de esa estación y todo el invierno, trasladándonos por unos instantes a esas noches frías y navideñas donde toda la familia se sienta alrededor de la chimenea para comer las castañas asadas.

Una tradición charra (aunque no exclusiva) que sigue teniendo un encanto especial y de la que no se podrá disfrutar durante los próximos siete meses. Precisamente, si es durante el otoño cuando se ponen es porque es el momento de recoger las castañas, algo que ya acabó hace unos meses y que ahora toca esperar en lo que florecen los castaños.

Las castañas asadas es la forma más habitual de comerlas junto a las cocidas, pero se pueden cocinar y comer de muchas formas más. Por ejemplo como guarnición, sobre todo de carne de aves; en postres, crudas, tostadas, ahumadas con mantequilla, para acompañar otros alimentos...en definitiva, se pueden cocinar a gusto de todos.

Para los curiosos, los castañeros aseguran, aunque parezca mentira, que las castañas asadas y las crudas son más sabrosas que las cocidas y aconsejan, puestos a asarlas, hacerles un pequeño corte para evitar que estallen.

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