Un nuevo programa municipal tratará de evitar el cierre de empresas salmantinas y facilitar el relevo generacional

El Ayuntamiento de Salamanca, la Cámara de Comercio y el Instituto Multidisciplinar de Empresa colaborarán para que el tejido empresarial charro se mantenga o aumente.

 Benjamín Crespo, Enrique Sánchez Guijo y Julio Pindado
Benjamín Crespo, Enrique Sánchez Guijo y Julio Pindado

De manera gratuita y durante un año, el Ayuntamiento de Salamanca, la Cámara de Comercio y el Instituto Multidisciplinar de Empresa intentarán evitar el cierre de negocios salmantinos por falta de sucesores, facilitar el traspaso a emprendedores interesados y ayudar a las empresas familiares a diseñar un protocolo que permita garantizar su continuidad y mejorar su competitividad.

La Cámara de Comercio se encargará de contactar y asesorar a las cerca de 2.000 entidades que facturan menos de 200.000 euros anuales, mientras que el Instituto Multidisciplinar de Empresa se encargará de las casi 2.000 que superan esa facturación.

“Se trata de un programa aprobado por unanimidad en el pleno y que busca que Salamanca no pierda bagaje económico. No podemos quedarnos quietos ante esta situación porque el cierre de una empresa significa que, como mínimo, una persona deja de trabajar”, indica Enrique Sánchez-Guijo, concejal de Economía, Empleo y Deportes en el Ayuntamiento de Salamanca.

Benjamín Crespo, presidente de la Cámara de Comercio de Salamanca, considera que este plan de continuidad empresarial es fundamental para la ciudad: “Somos conscientes de las dificultades de los emprendedores y de los pequeños negocios y ayudaremos, por ejemplo, a empresas que se vayan a traspasar por jubilación del dueño. Para ello, ofreceremos talleres que unirán a los empresarios que dejan la actividad y a los que están interesados en cogerla. En estos talleres se asentará el éxito o no del relevo generacional, pues ha de existir comunicación entre el empresario experto y el que llega con nuevas ideas”.

En Castilla y León, el 90% de los negocios son familiares, por lo que el Instituto Multidisciplinar de Empresa incidirá en conseguir una buena relación entre los miembros de una misma familia que compartan una empresa. “Muchas de ellas caen por conflictos internos. Es una situación latente, aunque no se perciba. El conflicto generacional es natural, pero en el mundo de la empresa genera consecuencias negativas. Nos encontramos con padres de 80 años que siguen en la empresa familiar porque los hijos no tiran de la misma, empresarios que piensan en jubilarse en vez de dar continuidad a su negocio, falta de comunicación, bloqueo en tomas de decisiones a la hora de invertir, ausencia de normas e inadaptación a las nuevas tecnologías. Obviamente, cada uno puede hacer lo que quiera, pero su patrimonio podría subir si hicieran bien las cosas. Por otra parte, tenemos a hijos con el ‘síndrome del príncipe Carlos’: han perdido la ilusión por ponerse al frente de la empresa”, señala Julio Pindado, director del Instituto Multidisciplinar de Empresa, que asegura que “el futuro de Salamanca depende de las inquietudes de los salmantinos”.

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