De Lumbrales a Yecla de Yeltes, un paseo por el territorio vetón

Esta ruta tiene dos circuitos donde se localizan dos de los yacimientos arqueológicos más espectaculares, el castro de Las Merchanas y el de Yecla la Vieja

 Castro Yecla
Castro Yecla

Hace 2.500 años el pueblo prerromano de los vetones encontró especial refugio en las accidentadas tierras de Las Arribes. Construyeron sus poblados fortificados, los castros, y los rodearon de enormes murallas y campos de piedras hincadas para mejorar la defensa. En ningún lugar se conoce tal concentración de pequeños castros, fenómeno que hoy por hoy constituye un enigma.

Esta ruta cultural y de ocio tiene dos circuitos, el de Lumbrales y el de Yecla de Yeltes, donde se localizan dos de los yacimientos arqueológicos más espectaculares de la Península Ibérica: el castro de Las Merchanas y el de Yecla la Vieja.

Centro de recepcion


El Castro de Las Merchanas

Lumbrales es la puerta de entrada al Territorio Vetón. Este primer circuito arranca en la villa, en la Casa del Conde. Allí se ubica el centro de recepción de visitantes del Territorio Vetón. Se trata de un edificio modernista, de estilo colonial portugués, que fue construido entre 1875 y 1877 para agasajar a la infanta Isabel, hija de Alfonso XIII, con ocasión de la inauguración del ferrocarril del Duero.

En la Casa del Conde y en el Museo Arqueológico existen recursos didácticos y de interpretación para disfrutar de la visita. La puerta de la Casa del Conde está protegida por un verraco conocido en la localidad como el burro de la Barrera, aperitivo para la ineludible visita al castro de Las Merchanas.

Un camino musealizado ameniza el recorrido hasta el Castro con miradores y estaciones interpretativas en las que descubrir las claves de este poblado y de la cultura castreña. El paisaje natural refleja la mano del hombre. Junto a los chozos tradicionales, hermanados con las encinas, se encuentran bellos cercados, algunos de gran altura y extensión, como los que enmarcan la calleja Malpica.

El Mirador del Castro cuenta con una estación interpretativa sobre los vetones y sobre el paisaje en el que se asentaron. Desde aquí se tiene ya una primera panorámica del castro. A orillas del río, primera defensa del castro, se puede disfrutar de un bello paisaje que invita tanto al juego como a la reflexión. Un viejo molino, hoy restaurado y muestra el ingenio de nuestros antepasados más próximos, y el puente transportan definitivamente al turista hasta el antiguo poblado vetón.

El Castro de Las Merchanas conserva prácticamente íntegro todo su recinto amurallado abarcando más de 5 hectáreas de superficie. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931. La muralla y las puertas romana y vetona (donde se han descubierto varios grabados esquemáticos) son algunos de los atractivos de este yacimiento donde destaca también el campo de piedras hincadas, en la parte más accesible del perímetro amurallado. A pesar de la altura y fortaleza de las paredes, los vetones se protegían con miles de piedras dispuestas en vertical a modo de cuchillas, que hacían imposible el ataque de la caballería.

Merchanas



El Castro de Yecla la Vieja

Este segundo circuito comienza en Yecla de Yeltes. Las características de este castro y los restos hallados lo convierten en el más importante de los poblados de la penillanura salmantina.

El castro de Yecla la Vieja, también conocido como “El Castillo”, se localiza a un par de kilómetros al sur del pueblo y constituye una de las fortificaciones prerromanas más espectaculares de la Península Ibérica.  

El recorrido por este circuito comienza en la ermita de Santiago Apóstol, construida sobre una necrópolis tardorromana. En las recientes excavaciones se descubrieron estelas romanas reutilizadas en los muros y también varias tumbas construidas con lajas de piedra, con ajuares funerarios que remiten al siglo V o VI de nuestra era. La siguiente parada es la impresionante muralla de Yecla que llegó a alcanzar los 5 metros de altura y, en algún punto, los 14 metros de anchura. La defensa del poblado estaba en juego pero también el prestigio de sus jefes.

La necrópolis romana donde se exponen varias tumbas construidas con lajas de granito; la puerta romana con sus grabados de animales (entre ellos el de una yegua acompañada de su cría) y el viejo poblado son otros de los elementos de interés del recorrido. Este poblado, primero vetón y luego  romano, fue ocupado después por los hombres de la Edad Media quienes levantaron casas adosadas a la muralla y largos muros para encerrar el ganado.

La puerta sur del Castro, cegada durante siglos, se abre ahora al viajero. En ella se puede descubrir uno de los conjuntos de grabados más importante del Castro, donde el caballo es el máximo protagonista. La muralla posee cientos de éstos misteriosos motivos. Aquí comienza una divertida búsqueda.

El paseo permite descubrir también la pensada localización del Castro en la confluencia de dos ríos (el Huebra y el arroyo Varlaña). Diferentes grabados, el molino del Varlaña, el campo de piedras hincadas construido por los vetones para protegerse de los ataques de la caballería y la ermita de Nuestra Señora del Castillo son otros puntos de interés en la visita. En el pueblo se encuentra el Museo del Castro de Yecla La Vieja destinado a preparar este viaje por el tiempo.  

Fuente: Salamanca Emoción

 

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