El complejo hospitalario de Salamanca contará antes de que acabe el año con una Unidad de Continuidad Asistencial (UCA) que se encargará de coordinar la atención que reciben los pacientes crónicos con cierta complejidad y que sufren episodios de desestabilización con frecuencia. Estos dispositivos permitirán reducir los ingresos y estancias hospitalarias, además de agilizar las consultas.

El objetivo es que al finalizar 2013 esté cerrado el mapa en Ávila, Burgos, León, El Bierzo, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Zamora y Valladolid (Este y Oeste). En ese sentido, Sanidad pretende que en menos de dos años estas unidades estén completamente operativas para revolucionar la recepción de los pacientes crónicos en los hospitales. Se trata por tanto de adaptar el sistema a estos enfermos que suponen, según diferentes estimaciones, el 70 por ciento del gasto sanitario, y que son responsables del 80 por ciento de las consultas totales, así como de un elevado porcentaje de ingresos hospitalarios y de una de cada tres visitas a los servicios de urgencias.

La Consejería ya tiene definidas las rutas asistenciales de siete procesos y trabaja en el desarrollo de otros nuevos, que se pilotarán en algún área antes de ser implantados en toda la Comunidad. De esta forma, inaugurará la gestión por procesos con las guías sobre el accidente cerebro vascular, la atención a la demencia, el embarazo normal, la fibromialgia, la insuficiencia cardíaca crónica, el riesgo cardiovascular por hipertensión arterial y el tratamiento del tabaquismo.

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