Esta semana se ha aprobado inicialmente el presupuesto del Ayuntamiento de Salamanca para el año 2015, que se incrementa hasta los 142 millones de euros, la mayor parte en políticas sociales y con 19 millones en inversiones, además de congelarse todas las tasas y tributos municipales. Pero, ¿en qué se traduce este dinero? ¿Qué implicaciones reales tienen para los salmantinos estos números? SALAMANCA24HORAS entrevista al concejal de Hacienda y Recursos Humanos del Consistorio charro, Fernando Rodríguez, para desgranar las cuentas municipales del próximo año.

- El equipo de Gobierno ha definido estos presupuestos como sociales e inversores.

- Tienen varias características. En primer lugar, consolidan el saneamiento de las cuentas municipales. Uno de nuestros objetivos prioritarios ha sido conseguir unas cuentas más equilibradas y ese objetivo se ha conseguido. Hemos pasado de déficit en 2011 a cerrar 2013, la última liquidación conocida, con superávit. Eso es un hecho que está ahí, es constatable. 

En segundo lugar, es un presupuesto que vuelve a demostrar que se puede conciliar una buena gestión económica, la reducción del endeudamiento y la austeridad con la apuesta por las políticas sociales. Hay que pensar en la gente que peor lo pasa y que menos recursos tiene. Ahí tiene que estar su ayuntamiento para echarles una mano, y por eso hemos apostado por el gasto social. La media de estos cuatro años es del 56%, el próximo año el 59%, que son 83,5 millones de euros destinados a políticas sociales. 

A mayores, es un presupuesto efectivamente inversor. Estos años hemos hecho un esfuerzo para mantener la inversión pública y hemos sido el motor de la ciudad. Salvo las obras del hospital la Junta y el Centro de la Memoria el Gobierno, todo lo demás es iniciativa del Ayuntamiento. El próximo año ese esfuerzo se acrecienta gracias a que nuestras cuentas se van saneando, se van equilibrando, por eso tenemos más recursos para dedicarlos a otras cosas. Es un incremento del 34% respecto al año pasado, cinco millones de euros más, en inversiones con un corte social.

- ¿Estos números en que proyectos se traducen concretamente?

- Casi la mitad de la inversión va a instalaciones deportivas, la ciudad deportiva de La Aldehuela, las piscinas y los campos de fútbol de hierba. Y a mayores dos parques, la remodelación de La Alamedilla y uno nuevo junto al arroyo Zurguén. Cuando se discutía lo del párking de Comuneros, se pedía remodelar el parque, y ya lo llevábamos en nuestro programa electoral y vamos a cumplir. Inversión social es también que a comienzos de año el colegio Luis Vives sea un nuevo centro de participación ciudadana y el proyecto de remodelar el complejo Victoria Adrados para ser un gran centro social.


- Y en cuestión de tributos, ¿cómo mejorarán la vida de los salmantinos estos presupuestos?


- Esto se traduce de manera importante en la vida diaria de los salmantinos. Acabo de mencionar inversiones en infraestructuras utilizadas diariamente. Y el colegio Luis Vives ya lo tenemos lleno antes de abrirlo, ya está asignado todo el espacio para asociaciones y colectivos sociales. A mayores de eso, que son obras, el próximo año vamos a hacer un esfuerzo muy importante para echar una mano a aquellos colectivos y entidades que se dedican a ayudar a las personas que tienen más necesidades, a las más vulnerables. Siempre se podrá decir que se puede hacer, pero es verdad que el próximo año incrementamos el dinero por ejemplo para Cruz Roja y Cáritas. Eso no son números, atienden a personas de carne y hueso, y eso sí que lo notan en la vida diaria. También incrementamos las ayudas sociales, que van destinadas también a personas con nombres y apellidos con necesidades básicas, como alimentos, la hipoteca, el alquiler o medicamentos. También más dinero para las asociaciones que atienden a mujeres con dificultades de distinta índole, por ejemplo a las víctimas de violencia de género, en riesgo de exclusión social o embarazadas sin recursos, para que sepan que tienen una alternativa al aborto. Además, aumentamos el presupuesto para el Banco de Alimentos, al servicio de ayuda a domicilio y teleasistencia para que no haya listas de espera. Son 3.000 usuarios y las familias que están detrás, a lo que se añaden las ayudas al alquiler social, las escuelas infantiles y las actividades de la fundación municipal, de las que se benefician miles de niños.


- Todo este dinero está ahí porque hay unos ingresos previos. Hay quienes consideran que existe una importante presión fiscal, entre las mayores del país.


- Les diría que las políticas sociales, nuestro Estado del Bienestar, cuesta dinero mantenerlo, como cuesta mantener los servicios públicos, que mantienen a 1.500 familias con el empleo que proporcionan. Y las inversiones hay que pagarlas. Eso sale en buena parte de los bolsillos de los ciudadanos. Ahora, dicho eso, la presión fiscal está en la media de España, y no son datos del Ayuntamiento, son datos oficiales a partir del Ministerio de Hacienda y el Instituto Nacional de Estadística. En todo caso, somos conscientes de que los ciudadanos están haciendo un esfuerzo. Por eso, es el momento de agradecerles a los ciudadanos el esfuerzo realizado, no se les va a pedir más esfuerzos fiscales. Ya han hecho suficiente, por eso el próximo año congelamos todas las tasas y tributos. Por eso como anunció el alcalde, si los salmantinos renuevan la confianza en el Partido Popular en las próximas elecciones, el IBI y el autobús se congelarán como mínimo en 2016, sea cual sea el IPC. A partir de ahora lo lógico es que el Ayuntamiento camino por la senda de la moderación fiscal. Todo apunta a que van a venir mejores tiempos.


- En ese esfuerzo, ¿cómo han pagado los salmantinos? ¿Ha aumentado la morosidad?
 

-  Con la crisis hemos notado un cierto repunte en la morosidad, pero muy bajo. Sí hay un incremento notable de las peticiones de aplazamientos, fraccionamientos, de las peticiones de uso de instrumentos que permiten aliviar la carga de pagar tributos. Estamos teniendo un buen comportamiento de la recaudación municipal. Además, la inspección tributaria realiza una magnífica labor contra el fraude.


- Una parte de esos ingresos proviene de los ciudadanos, pero otra de las demás administraciones. Al principio de la legislatura en otra entrevista hablábamos de la necesidad de mejorar la financiación local por parte del Estado. Casi cuatro años después ahí seguimos.


- Y vamos a seguir, porque el Gobierno ya ha anunciado, y entra dentro de la lógica, que no es momento de aprobar un nuevo sistema de financiación autonómica y local. Las arcas del Estado no rebosan y los recursos son limitados. En todo caso, sí es verdad que el Gobierno ha puesto en marcha una serie de medidas que ha aliviado la situación financiera de las corporaciones locales, como el pago a proveedores para sanear la deuda comercial y pagar prácticamente al contado, también se permitió que las liquidaciones negativas de 2008 y 2009 se paguen en más tiempo. Como el Gobierno de Zapatero negaba la crisis presupuestó mal, presupuesto ingresos por encima de lo que después se recaudó y después nos dieron un palo. Pese a la crisis, las transferencias han ido creciendo.


- Hablando de deuda, ¿cuál es el objetivo para 2015?

- Hemos conseguido reducir el endeudamiento del Ayuntamiento de una manera considerable, pasando del 99,41% a 31 de diciembre de 2011 a dejarla a 31 de diciembre del próximo año en menos del 65%, habiendo además reducido la deuda durante estos cuatro años en casi 36 millones y medio de euros. Y teniendo en cuento que hemos saneado la deuda comercial. De hecho, pagamos a los proveedores con mucha antelación, sobre los plazos que nos permite la normativa de morosidad. Los pagamos dentro de unos plazos jamás conocidos y así lo ha publicado el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. El Ayuntamiento de Salamanca puede sacar pecho, en el puesto 19 de 92 ciudades de más de 75.000 habitantes.


- No obstante, el lastre es grande aún. ¿Cuándo podrá estar más desahogado el Gobierno?

- Creo que durante el próximo mandato, si los ciudadanos deciden renovar la confianza a quien claramente tiene una vocación de seguir por esta senda de reducción del endeudamiento, el modelo de compatibilizar deuda y gasto social, frente al modelo del PSOE, que es más déficit. Cuando la situación sea más cómoda eso nos permitirá liberar recursos para otros proyectos, incluso para devolver a los ciudadanos el esfuerzo, cono rebajas de impuestos. El próximo mandato es clave para consolidar el saneamiento de las cuentas municipales, esta senda no de congelaciones de, sino de rebajas de. Si hubiera otro gobierno municipal, este esfuerzo que se ha hecho estos años puede que se vaya al traste.

- El PSOE les recordaba esta semana que la deuda la generó el propio PP.

- No es cierto. El 31 de diciembre de 2015 este ayuntamiento tiene menos deuda de la que heredó el Partido Popular en 1995. Entonces estaba en 96 millones de euros, a finales de 2015 nos vamos a situar en 92 millones. Ojo, ¿y después de qué? De una serie de años que es innegable, de haberse producido en esta ciudad un esfuerzo inversor sin precedentes, que ha transformado completamente la ciudad, y con una apuesta por los servicios municipales y por el gasto social como nunca. Cambiando la ciudad a mucho mejor, al final habrá menos deuda. Y hemos tenido que afrontar la Capitalidad Cultural Europea en 2002, el aniversario de la Plaza Mayor en 2005, que requirieron un esfuerzo inversor grande, y eran otros momentos, en que se acudía al endeudamiento, como hacían las familias y las empresas. Ahora nuestra responsabilidad es hacer lo contrario.

- Pagar deudas está también de actualidad por la propuesta socialista de retocar el artículo 135 de la Constitución. ¿Cómo repercutiría eso en los ayuntamientos?

- Eso sería muy negativo. Uno de los mayores errores de Zapatero fue derogar la Ley de Estabilidad. El mensaje era que había barra libre, y de aquellos polvos vienen estos lodos. Ahora se ha puesto orden en las cuentas, no se puede gastar más de lo que se ingresa. Derogar eso es mandar el mensaje contrario, ofrecer otra vez la barra libre.

- La oposición considera que estos presupuestos son electoralistas. 

- No hay más que repasar los presupuestos de estos años para comprobar que la línea es la misma. Lo llevamos haciendo en 2012, 2013 y 2014. También en las inversiones, antes menos porque teníamos menos recursos, pero se ha ido invirtiendo más cada año. Cuando uno sigue una línea coherente no se puede acusar de electoralismo. Lo que pasa es que el Partido Socialista no termina de creerse que este gobierno municipal, y al frente su alcalde, haya conseguido lo que aparentemente parecía la cuadratura del círculo, que es reducir el endeudamiento de manera notable, manteniendo una moderación fiscal y a su vez se han hecho inversiones y se ha aumentado el gasto social. Ningún programa social se ha recortado o suprimido. El PSOE no es capaz de decir que eso es mentira.

- ¿Y los salmantinos qué creerán? Las últimas encuestas sitúan en primer lugar de intención de voto a Podemos, pero a las elecciones municipales no se presentan.

- Las encuestas son una opinión de un momento determinado, es una foto fija. Es verdad que marcan una tendencia, y hay que tenerlas en cuenta. El fenómeno de Podemos hay ver la decisión de no presentarse a las elecciones municipales con esa marca. Yo creo que los ciudadanos, la principal pregunta que tienen que hacerse, es si al final quieren que el Ayuntamiento de Salamanca sea gobernando por un partido político que a lo largo de todos estos años ha demostrado que ha mejorado la ciudad, aumentado las políticas sociales y las inversiones, especialmente estos cuatro años, o quieren arriesgarse con aventuras muy inciertas y que además no dicen claro qué es lo que van a hacer, ni cómo lo van a hacer. La gente tiene que plantearse si quiere que este ayuntamiento esté gobernado por la moderación o por la radicalidad y la extrema izquierda. Al final hay que dejar bien claras las cosas, Podemos es la extrema izquierda, el leninismo puro y duro.

 

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