Los trabajadores salmantinos destinan medio año de su salario a cumplir sus obligaciones tributarias con las distintas administraciones. Así, un empleado medio está hasta el 30 de junio trabajando para pagar impuestos, y a partir del 1 de julio empieza a hacerlo para su propio bolsillo. Es lo que desde la organización Civismo se denomina Día de la Liberación Fiscal, según recoge su último informe.

En el conjunto del país, los españoles deben trabajar de media 182 días al año sólo para cumplir con sus obligaciones con Hacienda. Así, lo que mide el Día de la Liberación Fiscal es el tiempo que necesitan los trabajadores de un país para pagar sus impuestos directos e indirectos, así como las cotizaciones a la Seguridad Social.

De acuerdo con el informe de Civismo relativo a 2015, un trabajador español con un sueldo anual de 24.400 euros brutos necesitaría 182 días para poder cumplir con sus obligaciones fiscales (dos menos que en 2014), de los que 102 días serían para pagar las cotizaciones a la Seguridad Social, 38 para el IRPF, 25 para el IVA, 11,5 para impuestos especiales y 5,5 para otros tributos.

El estudio clarifica que esos 182 días supondrían 15.775 euros para pagar tributos en un puesto de trabajo cuyo coste laboral real asciende a 31.696 euros.  Además, el esfuerzo fiscal que se requiere en España crece con el salario bruto, de manera que el Día de la Liberación Fiscal para una renta de 15.500 euros anuales se situaría el 8 de junio, mientras que un trabajador con ingresos de 40.000 euros acabaría de pagar sus impuestos y cotizaciones el 7 de julio.

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