Agridulce despedida como novillero de Marco Pérez en Las Ventas: una vuelta al ruedo en su encerrona en solitario con el mejor novillo de Fuente Ymbro
El conjunto de la novillada con reses del Freixo y Fuente Ymbro no pusieron en bandeja el trofeo del salmantino que en una semana será matador de toros
El novillero salmantino Marco Pérez de 17 años ha asumido en la tarde de este viernes 30 de mayo su último compromiso vestido de luces de su etapa novilleril, y quizás el más importante en su hasta ahora carrera para un joven de su edad. Lo ha hecho en la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid, en solitario, encerrándose con seis novillos, tres de la ganadería del Freixo, propiedad del diestro Julián López ‘El Juli’, y otros tres de Fuente Ymbro de Ricardo Gallardo.
Antes de la salida del primer novillo, la afición madrileña le ha reconocido el gesto de torear seis reses con una ovación, antes de su viaje a Francia, donde el próximo viernes 6 de junio se consagrará como matador de toros, tomando la alternativa en un cartel con Morante de la Puebla como padrino, cartel que se repetirá en un mano a mano el 14 de junio en Salamanca, y Alejandro Talavante como testigo.
Su paso por Madrid ha concluido sin trofeos, una tarde agridulce en su paso de escalafón, donde el torero se ha topado con una novillada sin demasiadas opciones, con el quinto de Fuente Ymbro como el mejor de tarde y donde los aceros fueron su gran pesar.
En el conjunto del festejo Marco ha dejado detalles sueltos, dispuesto. Un quite por chicuelinas en el tercer toro, generó el primero de los sustos en el mismo de Fuente Ymbro, que apunto estuvo de prenderlo. A porta gayola se fue en el cuarto, sellando el quite del oro en la salida del caballo. Lo mejor se presagiaba en este animal de Gallardo que tampoco le dio trofeo en la mejor estocada de la tarde, donde sonó un aviso y se dejaron ver los pañuelos blancos entre el público.
Frente a toriles también se arrodilló una vez más a porta gayola en el quinto, que sí fue el toro de la tarde, el mejor del encierro, donde MP se gustó con el percal de salida y quitó por gaoneras. El turno de la franela estuvo entre el olé y los pitos, con la afición dividida, donde fue volteado feamente hasta en dos ocasiones, y donde más se calentó el torero y los tendidos. El trofeo se fue con la espada. Un aviso, uso del verduguillo y vuelta al ruedo. Insistente y en busca de triunfo regresó a porta gayola en el último novillo, entre el bullicio, más protestas que aplausos en esta decisión que pudo costarle otro percance, en una tarde solitaria que intentaba mantenerse a flote con las verónicas a pies juntos. No acabó de romper la obra tampoco, cerrando una despedida como novillero en Madrid de vacío y con los brindis más emotivos a su padre y al profesor de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, José Ramón Martín.
Tampoco fueron lucidos, aunque sí complejos los tercios de varas y banderillas, donde el picador salmantino Alberto Sandoval fue derribado hasta en dos ocasiones.
El segundo novillo de la tarde de Fuente Ymbro escuchó las palmas del público, también el quinto del mismo hierro. Pitados el primero del Freixo y el tercero de F.Ymbro, y silenciado el cuarto y sexto del Freixo.
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