Toros

Empaque y sentimiento en casa de la ganadera Ana Isabel Vicente

En total se tentaron nueve reses de juego dispar que permitieron expresarse a todos los actuantes, quienes dejaron un gran nivel en el albero

Empaque y sentimiento en casa de la ganadera Ana Isabel Vicente

Temporada alta de toreo en el campo. Las ganaderías salmantinas se encuentran en pleno apogeo, sometiendo a sus animales a la prueba de fuego, por la que todas y cada una de las reses, principalmente las hembras, deben pasar, con el fin de seleccionar a las mejores, según el criterio de cada ganadero, para convertirse en las madres de las generaciones venideras.

‘Rollanejo’, finca ubicada entre los términos de El Cubo de Don Sancho y Pelarrodríguez ha sido la encargada de poner fecha al último tentadero del mes de mayo en Salamanca. Nueve animales fueron los elegidos por la ganadera Ana Isabel Vicente, actual propietaria e hija de D. Mariano Vicente, para una tarde de tentadero en la que los diestros Juan Andrés González, Alberto Lamelas y el novillero Diego Fera se dieron cita para la ocasión.

El origen de esta ganadería se remonta a tiempos pasados. De hecho se trata de una saga dedicada a la crianza del toro de lidia, cuyo hierro se remonta a 1870. Hasta hace poco tiempo Mariano Vicente era quien gestionaba la ganadería, siempre con la mira puesta en su primogénita, que siempre ha estado ligada al toro bravo, al que guarda un cariño especial, y quien ahora mismo, siguiendo los pasos de su padre, se ha hecho con las riendas de la ganadería. Sus animales reciben un minucioso cuidado, labor que hay que agradecer a quien es su actual mayoral, Agustín Sanz, encargado de su crianza y necesidades diarias.

De las nueve reses que saltaron al albero, de encaste Núñez, destacó el fondo. Fue un tentadero importante de cara a la preparación de los toreros, ya que este encaste requiere mucha cabeza, y no admite las dudas. A estos animales hay que cuidarlos mucho desde los inicios, de ser así son muy agradecidos.

 En este caso los tres toreros estuvieron a la altura de las circunstancias. Los más veteranos, Juan Andrés González y Alberto Lamelas tuvieron en suerte vacas de comportamiento muy dispar, que les permitió construir faenas de empaque y sentimiento. El salmantino Juan Andrés estuvo muy variado y acertado con su lote. Por su parte, el novillero Portugués, Diego Fera, quien toma la alternativa este domingo, 6 de junio, en El Espinar (Segovia) se mostró asentado, con ambición, entendiendo a sus oponentes, mostrándose preparado para el salto de escalafón.

Aunque a lo largo de la tarde, destacó especialmente la actuación del giennense, Alberto Lamelas, un diestro consagrado, con una gran trayectoria a sus espaldas, al que nadie le ha regalado nada. Se le ha encorsetado con las ganaderías duras y eso es lo que le ha hecho mantenerse vivo en el toreo. Un torero que destaca por su quietud, clase y verdad en su tauromaquia. Virtudes que demostró ante las discípulas de Ana Isabel Vicente.

Otro protagonista en saltar al albero fue el también novillero salmantino, Juan Antonio Pérez Pinto, quien esta vez actuó como tapia, toreando algunas de las vacas, a las que supo consentir y cuidar, sacando su mejor versión, y sobre todo meciendo la franela con suavidad y delicadeza, como puede apreciarse en la siguiente imagen. Tampoco puede pasar desapercibida la actuación del picador de toros, Francisco Tapia, uno de los mejores profesionales a caballo que ha dado la tierra de Salamanca y el toreo. Sus triunfos lo avalan. Aunque ya retirado, sigue actuando con el mismo acierto y precisión como cuando vestía de luces.


Así fue una tarde redonda, con la que la ganadera concluyó la camada de esta temporada.

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