Empezar el amor por el techo

Antonio Grande fue el único novillero en conseguir un triunfo frente a unos novillos de La Ventana de escasa clase

Derechazo de Antonio Grande
Derechazo de Antonio Grande

La tarde de este viernes, 10 de septiembre, daba comienzo con una entrada de público mucho más floja, menos de media plaza para ver a los novilleros Antonio Grande, Diego San Román y Manuel Dioleguarde.

La novillada ha sido un “empezar el amor por el techo”, de más a menos ha ido la tarde. Comenzó calentando motores el salmantino Antonio Grande, el único en triunfar cortando una oreja a su primero, un novillo aplaudido en la salida por sus preciosas hechuras, muy en el tipo de este encaste.

Lanceó a la Verónica en los medios Antonio Grande mostrando disposición desde los inicios con un público todavía frío. El de San Muñoz se creció con unas arrimadas Bernardinas antes de dejar una perfecta estocada que le premió con la oreja.

A su segundo, el de embestida más dulce de la tarde lo recibió encajado a la Verónica. Al final el novillo se complicó pese a la insistencia de Grande. Algo que lo hizo escuchar algún que otro silbido.

A partir del segundo se desinfló la tarde, de ahí lo de “empezar el amor por el techo” o “la casa por el tejado”. Al mexicano Diego San Román le tocó bailar con la más fea un año más en Salamanca. Ante él dos novillos bruscos de La Ventana. Lo más destacable fue el valor que define al mexicano que quiso, pero no pudo. En concreto, apretó San Román en el capote donde hizo alarde de su escalofriante valor dibujando un quite por Gaoneras que generó nerviosismo en los tendidos.

El último en actuar fue otro salmantino, Manuel Diosleguarde. Pese al empeño de sus paisanos por querer que Dioleguarde triunfara tampoco pudo ser.

En suerte le cayó un primer novillo de mucha movilidad, sin clase ni entrega ante el que Manuel logró tan solo una calurosa ovación. Al público regaló unas ceñidas Chicuelinas rematadas con una revolera en el caballo de Ángel Rivas.

Enrazado salió Manuel Diosleguarde ante el sexto y último novillo de la tarde. Meció con suavidad la franela el salmantino firmando una tanda entregado y muy asentado que le pudo costar una voltereta. Se atascó con los aceros, lo que le privó de la oreja.

En el siguiente enlace les adjuntamos el toro a toro contado en directo durante la novillada.

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