Dos orejas para El Juli y tres para José Garrido en su mano a mano en Guijuelo

Plaza de toros de Guijuelo. Lleno en tarde calurosa. Toros de Vellosino para el mano a mano entre Julián López 'El Juli', dos orejas, ovación y ovación; y José Garrido, dos orejas, oreja y silencio. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas del atentado terrorista de Barcelona

Salió el primero de la tarde, el Juli se lo hizo fácil desde el capote. Y con la muleta, sin probaturas, se puso a torear al natural. Actuación con sello Juli, media muleta arrastrando, mando y exprimiendo al máximo lo que tuvo el de Vellosino, que le faltó fuerza pero tuvo clase. El sello también lo llevó la estocada, fulminante que hasta pudo escucharse en el tendido. Dos orejas.

El segundo pronto quiso pararse en el capote de Garrido que le recetó unas cuantas verónicas de recibo, anteriores a un gran quite por tafalleras a pies juntos. El toro fue noblón pero perdió las manos en varias ocasiones haciendo intermitente la faena del extremeño. Lo mejor fueron tres profundos y bellos naturales en los que saalieron a relucir la clase en la embestida y en la muñeca. Final por bernadinas para poner el broche final con una buena estocada. Dos orejas.

Devuelto el tercero. Se cayó al entrar al caballo y se quedó descoordinado, llegando a perder varias veces las manos. Pañuelo verde. Salió el primer sobrero, Cantor, y embistió con codicia en el capote de El Juli. Sin obligarlo demasiado, le  dio el tiempo justo para que se viniera arriba en  una tanda con la diestra. Noble y con clase, pero no tuvo mucho más el de Vellosino Escuchó un aviso tras varios pinchazos y fue ovacionado en el tercio.

Se gusto Garrido a la Verónica con el cuarto, al que recibió de rodillas y recetó un quite por chicuelinas con mucho gusto. Inició de rodillas una faena marcada por el poco fuelle del toro, sin así hubo momentos de brillo en la actuación de Garrido. Dejó una estocada entera y cortó una oreja.

Con el quinto poco, o nada, pudo hacer El Juli, un toro complicado, embisitendo a trompicones y cabeceando. Lo intentó por ambos pitones sin conseguir nada. Mató de media estocada efectiva y escuchó una ovación.

El sexto puso en un importante apuro al picador, que se quedó a merced del toro unos instantes enganchado de una pierna. Finalmente bajó sin consecuencias, tras esto, Garrido protagonizó un vistoso quite por chicuelinas. Javier Valdeoro y José María Amores se desmonteraron tras un gran tercio de banderillas. Brindó la faena a El Juli e inició de rodillas, puso intención Garrido, que se entregó y tras un variado trasteo y cercanías, soltó la muleta para plantarse frente al toro. Pinchó.

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