“En Alemania los estudiantes de ingenierías tenemos muchas más oportunidades y facilidades”

 “En Alemania los estudiantes de ingenierías tenemos muchas más oportunidades y facilidades”
“En Alemania los estudiantes de ingenierías tenemos muchas más oportunidades y facilidades”
El salmantino Juan Antonio Martín, de 22 años, estudia cuarto de grado en ingeniería informática. Tras cinco años en la Universidad de Salamanca, actualmente se encuentra en Hochschule Ulm (Alemania). Le gusta viajar, conocer nuevos lugares y practicar deporte, sobre todo jugar al fútbol. También le interesa el cine y las nuevas tecnologías.

- ¿Por qué decidiste pedir una beca Eramus para este curso?

- Principalmente quiero aprender alemán, puesto que la situación en España es realmente mala para los jóvenes que acaban sus estudios y quieren optar a un trabajo relacionado con aquello que han estudiado, y en Alemania, sobre todo los estudiantes de ingenierías,  tenemos muchas más oportunidades y facilidades por parte de las empresas para encontrar un trabajo que realmente nos guste. Aparte del objetivo laboral, me gusta viajar, conocer otras culturas y probar que tal me iría viviendo un año fuera de casa y la beca Erasmus es una gran oportunidad para hacerlo.

 

- ¿Por qué elegiste tu Universidad de destino?
- Mi primera elección fue Berlín (Universidad Humboldt), pero yo no estaba en la primera posición para elegir destino, por lo que me asignaron mi segunda opción que tampoco me disgustaba y en este momento no me arrepiento en absoluto.

- ¿Elegiste la universidad o el país?

- Tenía opciones de irme a Inglaterra, Irlanda, Francia o Alemania pero estaba muy seguro de que quería pasar un año en Alemania por lo que esta decisión no fue difícil. A la hora de decidir la universidad, mejor dicho, la ciudad, le pedí ayuda a mi profesor de alemán, nativo de Alemania, puesto que yo solo conocía Berlín de todas las ciudades ofertadas.

 

- ¿Conocías ya de antemano la ciudad o el país?
- En Alemania ya había estado de vacaciones hace dos años antes, que fue cuando empecé a pensar en pedir el Erasmus, pero Ulm no lo conocía.

 

- ¿Qué esperas obtener de esta experiencia?
- En primer lugar espero aprender un poco más de alemán y conocer mejor la cultura y el día a día de la vida en este país. Por supuesto, también mejorar el inglés, ya que lo uso diariamente para hablar con el resto de estudiantes internacionales, con los miembros de la oficina internacional y en ocasiones con los profesores. Además, como he dicho antes, es una buena ocasión para probarme a mí mismo y saber en qué medida soy capaz de desenvolverme solo, viviendo un año en un país extranjero. Por último, opino que es la oportunidad perfecta de abrir la mente y conocer gente de todas las partes del mundo e indagar un poco en sus costumbres, cosa que no es del todo fácil cuando vives en tu país puesto que nos acostumbramos a relacionarnos siempre con la misma gente.

 

- ¿Cómo ha sido el primer contacto con la Universidad? 
- La verdad, pensé que el primer contacto iba a ser más difícil, dado que iba yo solo desde Salamanca y no tenía ningún apoyo por si surgían problemas con el idioma o para cumplimentar todos los papeles requeridos a la llegada, pero todo lo contrario, no tuve ningún problema y el miedo se pasó enseguida.

 

- ¿Te han dado la ayuda que necesitas?
- Toda la que he necesitado y más. Yo no conozco como está organizado el tema Erasmus en Salamanca, pero aquí lo tienen todo muy bien preparado. Desde que fui admitido en la universidad de Ulm, los miembros de la oficina internacional se pusieron en contacto conmigo y me ayudaron con todo el papeleo; me asignaron un “buddy” que es un estudiante alemán que te ayuda con todas las dudas que puedas tener acerca de cualquier tema, de una manera más cercana, sin los formalismos que pueda tener la oficina internacional.

 

- ¿Qué tal el contacto con los estudiantes autóctonos?
- Mi relación con mis compañeros de clase es muy buena, conocen mi situación e intentan ayudarme en lo que pueden. Desde el primer momento que tuvimos que hacer grupos son ellos los que se acercan y no tienen reparos en trabajar conmigo aun sabiendo que, evidentemente, les seria mucho más fácil y cómodo hacerlo con otro estudiante alemán. La verdad que no he encontrado ningún tipo de problema y estoy gratamente sorprendido con todas las facilidades y la ayuda que he recibido, tanto de los tutores de la oficina internacional, como de los profesores y el resto de estudiantes.

 

- En los últimos cursos se ha recortado bastante la partida de las administraciones para las becas de movilidad, ¿cómo crees que puede afectar al programa?
- Podría suponer el fin del programa Erasmus o por lo menos para todos aquellos estudiantes que no pueden costearse vivir un año fuera de casa, y pasaría a ser un programa elitista, solo para los estudiantes de familias con más poder adquisitivo y seguramente sean los que menos lo necesitan puesto que tiene el privilegio de poder pagarse un año de estudios en el extranjero en cualquier momento, sin ayuda de ninguna beca. Nos enteramos de la resolución del BOE por la cual eliminaban la ayuda para los estudiantes Erasmus no becarios por parte del estado. Muchos de los estudiantes Erasmus españoles, que ya llevaban aquí tres meses, contaban con esa aportación económica y algunos de ellos se plantearon que tal vez tendrían que volver a España, perdiendo dinero, una gran oportunidad de aprender el idioma y un año académico. Afortunadamente, la persona que tenemos por ministro de educación rectificó y esta medida no afectaría a los estudiantes que ya habíamos comenzado nuestro Erasmus. Pero creo que debemos pensar en los próximos estudiantes y que si permitimos que sigan recortando en educación y reduciendo el presupuesto de programas que fomenten el aprendizaje, dentro de unos años no seremos más que un país en el que los turistas alemanes puedan pasar sus vacaciones.

 

- ¿Qué te ha llamado más la atención de la Universidad y de tu país de destino? 
- Lo que más me ha gustado es el trato de la gente; los alemanes son muy respetuosos y serviciales, si te ven con un mapa de la mano y con cara de no saber qué hacer, no dudan en acercarse y ofrecerte ayuda. En clase, al finalizar, se “aplaude” al profesor dando pequeños golpes en la mesa, y los profesores hacen lo mismo cuando un alumno termina una exposición o presenta un trabajo.

 

-Como anécdota y experiencia personal, puedo contar que un día antes de comenzar el curso, fui a la universidad para localizar todas las aulas en las que iba a tener clase. Cuando estaba buscando la primera, un profesor se me acerco y me pregunto que si necesitaba ayuda, le explique que era un alumno internacional y que quería saber dónde estaban las aulas que iba a utilizar; acto seguido fue a su despacho, dejo el maletín y los apuntes que llevaba, y además de enseñarme todas las aulas que buscaba, me hizo un pequeño tour por la universidad, para que conociera la biblioteca, la cafetería, las impresoras, el comedor, las salas de ocio… Y me presento algunos de los profesores que me darían clase. Al acabar, me invito a una taza de café y me dio su e-mail, y su número de teléfono por si tenía cualquier duda.

 

También me ha llamado la atención lo cuidadosos que son con el reciclaje, aquí todo el mundo recicla y hacen más separaciones que en España. Tienen un contenedor para plástico, otro para papel y cartón, un contenedor para cada tipo de vidrio, otro para los restos orgánicos y uno más para el resto de desechos; además, se pueden encontrar contenedores de todos los tipos en todos los lugares, incluso dentro de cada clase hay una papelera para cada tipo de residuo. A parte, las botellas y latas de cerveza, agua y refrescos las puedes llevar de vuelta al supermercado y te devuelven una pequeña cantidad de lo que habías pagado por ellas.

 

- ¿Y menos?
- Todavía no he encontrado nada que me haya disgustado. Si tuviera que decir algo, diría la comida; es algo más cara que en España, peor y sobre todo en pescados no hay apenas variedad. Además en el comedor de la universidad como en los demás restaurantes y bares suelen poner picante a todos los platos y a veces más de la cuenta…
 
 
- Imagino que ya conoces la fama de que un Erasmus es un año de vacaciones, que los estudiantes sólo se dedican a estar de fiesta… ¿Esto es así?
- Evidentemente el año Erasmus hay que aprovecharlo, y se intenta viajar todo lo posible, conocer nuevos lugares y hacer nuevas amistades, y para conocer gente es preferible un bar que una biblioteca. Pero durante el Erasmus también se estudia; yo tengo clase todos los días, obviamente, no avanzo tanto en los estudios como pudiera hacerlo en España, puesto que tengo menos asignaturas dado que al ser en alemán requieren mucho más tiempo. A parte también tengo clases de alemán en la universidad. Se puede decir que no tengo tiempo para aburrirme.

 

- ¿Ves muy distinta la universidad allí que en España? Tanto la institución, los profesores, los alumnos…
- Algunas diferencias si hay. En clase somos bastantes menos alumnos y esto facilita que la relación con el profesor y el resto de alumnos sea más cercana, y la atención recibida por parte del profesor sea más personalizada, de manera que nadie pueda quedarse atrás. En las clases intervienen mucho más los alumnos, solemos trabajar bastante en grupos, preparar trabajos y luego exponerlos y defenderlos frente al resto. Dentro y fuera de la universidad hay repartidas diferentes zonas de ocio, dónde los alumnos van a distraerse en los ratos libres, como futbolines, mesas de ping-pong, extensas zonas verdes con campos de voleibol, futbol...etc. Además, la universidad ofrece cursos de idiomas y actividades deportivas totalmente gratuitas para todos los estudiantes. Las fiestas de las facultades las organizan los colectivos de estudiantes dentro de la propia universidad y de esta forma todos salen ganando; los estudiantes no tienen que beber en la calle, o ir a bares y gastarse mucho dinero y la universidad gana dinero con las bebidas y las entradas que se venden.

 

- Con la crisis ahora en España y el aumento de la emigración de jóvenes, con esta experiencia Erasmus, ¿ves tu futuro fuera de España?
- Sinceramente, espero que no, puesto que el futuro en España, para los universitarios que acaban su carrera y tiene la intención de trabajar en algo relacionado con sus estudios, es nulo. Me gustaría tener la capacidad y la oportunidad de poder trabajar en algo que verdaderamente me guste y para ello hay que buscar la ocasión fuera de España, en países que apuesten por personas jóvenes, con ganas de seguir aprendiendo y formarse para ser realmente competentes en lo que hacen.

 

- ¿Recomendarías a otros compañeros vivir una experiencia así?
- Claro que sí, es una experiencia muy recomendable. No hay que tenerle miedo, enseguida conoces a gente y te adaptas rápidamente; a partir de ahí todo son beneficios tanto a nivel académico como social y personal.
 
- En el plano personal, dentro de tu campo de formación, ¿a qué te gustaría dedicarte en el futuro?
- La verdad, todavía no lo tengo claro, no cierro puertas a nada pero por el momento me gustaría seguir formándome y hacer un máster u otra carrera, físicas o matemáticas me llaman bastante la atención.

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