La Clerecía se llenará de 'Espiritualidad y fantasía' con el piano de Miguel Vicente Brozas

La majestuosa Iglesia de La Clerecía se convertirá en escenario de un encuentro musical único el próximo miércoles 14 de mayo, a las 20:00 horas, con el concierto de piano de Miguel Vicente Brozas titulado 'Espiritualidad y fantasía'. Este recital se enmarca dentro del I Ciclo de música 'Pontificia Sonora', una iniciativa impulsada por la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) bajo la dirección de Francisco José Udaondo Puerto, director del Coro Tomás Luis de Victoria de la UPSA.

La propuesta de este ciclo es acercar la riqueza de la música clásica a todos los ciudadanos, utilizando como marco enclaves emblemáticos de la Universidad que fusionan el valioso patrimonio histórico y cultural de la ciudad de Salamanca. La audición de Miguel Vicente Brozas representa el cuarto concierto de este ciclo, consolidándose como una oportunidad excepcional para disfrutar de la música en un entorno singular.

En 'Espiritualidad y fantasía', Miguel Vicente Brozas invita al público a un recorrido sonoro que explora la simbiosis entre la sublimación y la ensoñación, entre la exaltación de lo sobrenatural y la naturaleza onírica de la experiencia musical. Este vínculo se manifiesta a través del carácter introspectivo e intimista que impregna todo el programa seleccionado.

El repertorio incluye obras de dos compositores fundamentales en la expresión de la espiritualidad a través de la música: Johann Sebastian Bach y Olivier Messiaen. Las piezas escogidas de ambos maestros son ejemplos sublimes del misticismo que inspiró su creación.

Tras esta inmersión en la espiritualidad, el concierto abrirá paso a la fantasía con el lirismo lleno de color de Mozart en un lamento conmovedor, seguido del arrebato apasionado de Chopin. El viaje musical culminará con la melancólica evocación de la infancia plasmada en la obra de Prokofiev.

La entrada al concierto será libre hasta completar el aforo, ofreciendo una oportunidad inigualable para disfrutar del talento de Miguel Vicente Brozas y de la atmósfera única de la Iglesia de La Clerecía.