En la declaración conjunta los decanos consideran los estudios humanísticos “indispensables en una universidad que quiera responder a las necesidades de una sociedad democrática”, y sin embargo “corren el riesgo de verse postergados, y más en tiempo de crisis, como lujo cultural prescindible”. Por ello reivindican “su valor como saberes acerca de nuestras realidades humanas y de los documentos de cultura que constituyen el legado que nos ha sido transmitido”. Al defender las Humanidades, los Decanatos de Letras piden a su vez “la autonomía universitaria, tan acosada desde diferentes poderes, los cuales solo ven en la universidad una fábrica de conocimientos para el rendimiento inmediato o un gran centro de estudiantes encaminados a un mercado de trabajo ávido de mano de obra barata, aunque cualificada”.
En el comunicado las facultades aseguran que “no podemos dejar de señalar los riesgos de privatización de lo Público que pesan sobre las instituciones universitarias”, ya que “suponen una distorsión de los objetivos formativos e investigadores de las universidades como instituciones públicas”. Un riesgo que se agrava en algunas Comunidades Autónomas, donde “los exponenciales aumentos en la subida de tasas, vinculadas a los sucesivos recortes en la aportación nominativa, constituyen de hecho un cambio de modelo, que apunta a la paulatina semiprivatización de las universidades públicas”. De este modo los Decanos consideran que “al señalar los puntos expuestos y hacerlo en defensa de las Humanidades, lo hacemos también en defensa de la universidad pública y de la formación superior y la investigación científica, tan necesarias para salir de la crisis que sufre España”.
Ricardo Isidro Piñedo: “las titulaciones humanísticas han sido maltratadas gobierne quien gobierne”
Además del comunicado conjunto, tanto Vicente González como Ricardo Piñedo, decanos respectivamente de Filología y Filosofía, realizaron una valoración acerca de la situación actual de los estudios humanísticos en la Universidad de Salamanca. González solicitaba “mayores dotaciones económicas”, ya que actualmente la institución se gasta “cantidades enormes para las áreas experimentales y científicas”, mientras que en Filología “con más de 2.000 alumnos no llegamos a los 50.000 euros de presupuesto”. Incluso destacaba que “con lo que cuesta un microscopio electrónico haríamos verdaderas fantasías y contribuiríamos al bienestar de Salamanca”, pero añadía que “no lo tenemos, y no piensan dárnoslo”.
Por su parte Ricardo Piñedo, encargado de leer el comunicado y decano de Filosofía, aseguraba que “en Salamanca contamos con un perfil histórico que nos ayuda, pero más allá de la historia pretendemos tener un futuro, y hace falta tener un compromiso firme de todas las instituciones que están comprometidos con la educación”. Piñedo declaraba que “podemos luchar hasta donde podemos luchar”, pero también reconocía que “las titulaciones de humanidades han sido maltratadas por las legislaciones de la democracia una tras otra, gobierne quien gobierne”.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios