Una exposición de los jardines por el tiempo en la Biblioteca General Histórica

La efimeridad de los jardines y su cambio constante en el tiempo se recupera gracias a estos libros, que han servido han sido el instrumento necesario para el reconocimiento de las plantas

Una exposición de los jardines por el tiempo en la Biblioteca General Histórica
Una exposición de los jardines por el tiempo en la Biblioteca General Histórica

“Naturaleza Fingida. Jardines en la Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca” es la nueva exposición organizada por la Universidad de Salamanca que se ha presentado este viernes. Cuenta con un total de 30 muestras de libros escogidos y podrá visitarse hasta el próximo 23 de junio en la Sala de la Columna de las Escuelas Mayores.

La muestra aborda el concepto de los jardines, su idea y el diseño de los mismos, tanto en su variedad de formas, pero también en su relación con los contextos sociales y culturales a lo largo de la historia, en la que siempre han estado presentes.

Su título, “Naturaleza fingida”, aborda el rasgo que ha sido propio de los jardines desde la antigüedad: la combinación de naturaleza y artificio, dada la búsqueda de una naturaleza a su medida por parte del ser humano.

Este proyecto lo ha mostrado el vicerrector de Investigación y Transferencia, José Miguel Mateos Roco, en la que los comisarios son Susana González Marín y Óscar Lilao Franca, director, además, del Fondo Antiguo de la Biblioteca General Histórica de la USAL. Y está organizada por la Biblioteca General Histórica y la Unidad de Cultura Científica de la USAL (UCCi), en la que FECYT y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades han colaborado.

Los libros se han escogido en base a sus ilustraciones, también se incluyen dos manuscritos: “De proprietatibus rerum”, una enciclopedia de Bartolomé de Inglaterra, que fue copiado a principios del s. XIV; y el facsímil del manuscrito de Dioscórides llamado “De materia medica”, que forma parte de los fondos de la Biblioteca General Histórica, copiados a finales del siglo XV.

Exponen una cronología hasta el siglo XVIII. Gran parte de la muestra tienen que ver con la agricultura, farmacopea, medicina, arquitectura, libros de viajes y/o tratados de perspectiva y de ingeniería. Una colección que refleja la multitud de saberes y la implicación de los jardines en ellos. Además, cuenta con textos literarios o teológicos, que implican a los jardines en un contexto cultural.

Así, también permite el acceso de aspecto técnicos y de diseño de gran relevancia de los jardines, como pueden ser setos, fuentes, parterres, juegos de agua o invernaderos, además de maquinaria o recipientes dedicados al traslado de plantas.

Por otro lado, las ilustraciones de plantas, entre ellas las que en su día fueron denominadas como exóticas, en viajes y exploraciones realizados en la Edad Moderna, cubren de importancia la exposición. Láminas de gran tamaño y con una calidad de grabado como las de Giovanni Battista Ferrari (s. XVI-XVII), una sobre los cítricos y otra sobre el cultivo de las flores; o las vistas aéreas de grandes jardines, como el del castillo de Wacquen en Flandes o el de la Villa d’Este, cerca de Roma.

La efimeridad de los jardines y su cambio constante en el tiempo se recupera gracias a estos libros, que han servido han sido el instrumento necesario para el reconocimiento de las plantas.

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