Ricardo Rivero, rector de la USAL: "Me paso horas y horas dándole vueltas a todas las medidas que debemos tomar los próximos meses"

El rector de la Universidad de Salamanca atiende a SALAMANCA24HORAS para analizar la situación actual y también mirar hacia el futuro. Recuerda que estudiar en la USAL "seguirá siendo atractivo", que el objetivo es que ningún estudiante pierda curso y que se ha avanzado en una docencia virtual que llegará para quedarse y que podría intensificarse de haber un rebrote en otoño o invierno

 Rivero (3)
Rivero (3)

El Rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, atiende a SALAMANCA24HORAS para explicar los puntos más importantes del futuro. Reconoce que la USAL fue de las primeras en suspender las clases y, aunque reonoce que saldrá dañada si bien espera que no en demasía, tiene ilusión por el futuro.

Estamos ante una crisis que afecta a todos los ámbitos, desde el sanitario hasta el social. Y la Universidad, como no podría ser de otra forma, se ha visto afectada. Eso sí, la USAL fue de las primeras en toda España en tomar una decisión valiente: suspender las clases. ¿Ha tenido algún tirón de orejas por ello por parte de la Junta? Porque el Gobierno regional dejó caer que había sido una decisión unilateral y no consensuada

Todos los responsables públicos intentamos desde hace ya meses tomar las decisiones correctas para proteger la salud, cumpliendo con nuestra obligación. La buena comunicación y coordinación con las autoridades sanitarias es ahora imprescindible. Desde el inicio de esta crisis, la Universidad ha estado colaborando con las autoridades sanitarias de la Junta de Castilla y León, coordinados por la Consejería de Educación y contribuyendo con todas nuestras capacidades. Si en algún momento una decisión mía se consideró equivocada, lo siento. Me ofrezco por supuesto a dar explicaciones sobre todas las circunstancias que la precipitaron.

Sea como fuere, el tiempo les ha dado la razón.

Nadie tiene toda la razón. Y debo reconocer que yo me equivoco muy a menudo. Pido disculpas por todos los errores que he cometido durante estas semanas tan difíciles. Somos seres humanos, con nuestras emociones y nuestros sesgos cognitivos. La empatía y la inteligencia colectiva nos ayudan a tomar buenas decisiones, pero ninguna persona individual puede presumir de estar en lo cierto. Debo confesar que me paso horas y horas dándole vueltas a todas las medidas que debemos tomar, las decisiones de los próximos meses. Escuchar a toda la comunidad universitaria me ayuda a proponer los acuerdos al Consejo de Gobierno, porque individualmente tengo muchas limitaciones, esta es la verdad. Si logramos objetivos es gracias al trabajo de todas y todos.

Nadie estaba preparado para gestionar una crisis como la que estamos viviendo. Los factores a ponderar en cada momento son muy complejos, e incluyen perspectivas de corto, medio y largo plazo. Escuchar a los expertos, actuar con sentido común y evitar poner las cosas peor son buenas guías.

Poco después, anunciaban que se suspendían las clases presenciales “mientras no varíen las circunstancias”. ¿Cómo se llegó a tomar esa decisión? Porque imagino que serían tres semanas de mucho trabajo y debate.

La situación epidemiológica en Salamanca y la procedencia geográfica de nuestros estudiantes parecía indicar que no sería prudente la vuelta a la presencialidad antes del mes de septiembre. Todo el sistema universitario está trabajando sobre este planteamiento, así que, en nuestro caso, por las circunstancias que he indicado, parecía lo más razonable. Algunas personas cuestionaban esta decisión. Comprendo su punto de vista, porque preferimos la relación sin máquinas como intermediarias, pero la prudencia y la necesidad priman.

De hecho, todavía se tardaban unos días más en anunciar los planes de adaptación de la docencia y de la evaluación a esta situación. ¿Se tardó mucho en encontrar una fórmula lo más justa posible?

Hemos trabajado con los centros (Facultades y Escuelas) para permitir adaptaciones a sus peculiaridades, adaptaciones de sus calendarios y asignaturas experimentales, prácticas, etc. Es un proceso muy complejo y necesariamente participativo. Organizar una comunidad académica de cerca de 30.000 personas no es fácil, la verdad. Hemos ido además adaptándonos a las sucesivas recomendaciones de las agencias de calidad. El Ministro se pronunció muy pocos días antes de que aprobáramos nuestras medidas en Consejo de Gobierno, por asentimiento.

Acabo de recibir un informe del Ministerio sobre mantenimiento de becas en casos de devolución de precios públicos. Ayer estudié el informe jurídico de la Agencia de Protección de Datos sobre privacidad de los estudiantes en la evaluación no presencial. Esta mañana el BOE con medidas sobre la fase 1. Vamos recibiendo información en tiempo real. Quien crea que se puede decidir mucho antes, no comprende la complejidad del momento.

Ha habido bastantes reticencias respecto a esos planes. Los estudiantes se han quejado de la poca capacidad evaluadora que podían tener en algunas asignaturas o la falta de docencia de algunos profesores.

Para toda la comunidad universitaria es una situación nueva. Hemos tenido que transformarnos en una Universidad online sin tiempo para la transición. Tantas personas se han visto sorprendidas en condiciones precarias, viviendo además situaciones dramáticas en algunos casos. Muchos docentes están mostrando su empatía con los estudiantes, dedicándoles el doble o triple de tiempo de atención, y también he pedido a los estudiantes que empaticen con sus profesores y profesoras, porque todos estamos preocupados y vivimos esto con sensaciones parecidas.

Agradezco siempre un dato: La mayoría de los docentes y los estudiantes han estado y están a la altura de las circunstancias, realizando un esfuerzo extraordinario para adaptarse.

¿Y respecto a aquellos que temen tener que cursar un año más de carrera o máster al no poder realizar sus prácticas? Porque no tienen la seguridad de que en septiembre o durante el verano vaya a haber mejorado la situación.

El objetivo es que nadie pierda curso. Hemos previsto alternativas a las prácticas, y organizaremos las medidas de prevención que sean precisas para poder realizar las actividades de imprescindible presencialidad.

La Junta de Estudiantes también criticaba haber sido un “mero canal informativo” y no un órgano de consulta.

Esta semana nos reunimos con la Junta de Estudiantes y consensuamos con ellos muchas medidas. Agradezco su buena disposición y las propuestas constructivas que han planteado. El próximo jueves hemos programado una nueva reunión. La Vicerrectora, que mantuvo comunicación con los presidentes, se reunirá con ellos de manera regular. Durante las primeras semanas las decisiones eran muy rápidas y era difícil convocar a todos los órganos colegiados, pero ya estamos trabajando con la participación semanal de todas las comisiones, consejos y órganos de representación. Este mes convocaremos al menos dos veces el Consejo de Gobierno de la Universidad.

En el aspecto estudiantil, ¿cómo puede afectar la crisis del Covid-19 a la USAL? ¿Cuántos estudiantes se calculan que se perderán y cuántos se dejarán de ganar (de nuevo acceso)?

Es pronto aún para anticipar los efectos sobre la matrícula, pero trabajaremos para que la calidad de nuestra oferta académica compense las dificultades. Seguirá siendo muy atractivo estudiar en la Universidad de Salamanca.

¿Se verán más afectados los estudios de Grado o de Máster?

Nuestros datos de preinscripción en máster universitario oficial son los más altos de la historia de la Universidad (más de tres mil preinscritos la semana pasada). El reto ahora es mantener ese interés con estrategias de calendario y bimodalidad que permitan la venida segura de esos estudiantes a Salamanca. Sobre grado no tenemos indicadores aún. Dependerá mucho de la evolución de la pandemia.

¿Prevén una gran pérdida de estudiantes extranjeros el próximo año?

Estamos trabajando en medidas para atenuar ese efecto, retrasando la programación de presencialidad en máster y doctorado.

¿Y en cuánto se podrá revertir esa situación?

Si nos esforzamos y contamos con el apoyo de la comunidad universitaria, pronto. 

La Selectividad, en principio, se celebrará la primera semana de julio. ¿Puede la USAL gestionar con fluidez y rapidez todas las peticiones de ingreso cuando lleguen? Porque estamos hablando de mediados de julio como pronto.

Lo haremos. Adaptaremos los procedimientos que sean preciso para lograrlo.

¿La USAL va a estar operativa en agosto para realizar los trámites que sean necesarios?

Para todo lo que sea necesario, por supuesto. Personalmente he decidido cancelar cualquier plan de vacaciones para este verano, así que estaré pendiente de todo, pero por supuesto no tomaré ninguna decisión que pueda afectar a las condiciones de trabajo de nadie sin la consulta y aprobación de los órganos de representación de la plantilla, porque muchas personas están trabajando el doble o triple de lo habitual en este contexto, y tienen derecho a descansar. Dicho esto, los servicios que sean necesarios para la prestación del servicio público tendrán que estar operativos, claro.

Y una de las grandes preguntas que se hacen todos los estudiantes, tanto presentes como futuros. ¿Cuándo comenzarán las clases? ¿Es posible que en septiembre se inicien con docencia virtual?

Este mes llevaremos a los órganos competentes y al Consejo de Gobierno la propuesta de calendario académico para el Curso 20-21. Seguiremos las recomendaciones de las autoridades educativas, teniendo siempre presente las medidas de protección de la salud. Todos los centros están ya preparando sus planes en clave bimodal.

¿Qué tiene previsto la Universidad por si hubiera un nuevo rebrote en unos meses?

La experiencia de esta crisis nos ha preparado para reaccionar más rápido. Hemos invertido mucho en los recursos tecnológicos, pero aún destinaremos más recursos a fortalecernos para la docencia online. Y, por supuesto, intensificaremos las medidas de prevención.

En el aspecto económico, ¿teme la USAL una reducción drástica de los ingresos?

El presupuesto de la Universidad financia la formación de los estudiantes, la investigación, infraestructuras claves para el desarrollo. Una sociedad que no invierte en educación superior e investigación pierde oportunidades de futuro.

Sí que parece que los anhelados presupuestos de la Junta que permitan aumentar el presupuesto de la USAL parecen lejos como consecuencia de la crisis del Covid-19.

Es pronto para anticipar esos datos.

¿Se paraliza la renovación y consolidación de las plantillas, especialmente del PDI? 

En ningún caso. Necesitamos más investigadores y docentes jóvenes. Y merecen sus oportunidades de promoción.

Además, desde el Gobierno de España se está buscando reducir las tasas… pero sin concretar en fondos que cubriesen esa falta de ingresos. ¿Es el momento ahora de bajar las tasas?

Es un momento para la equidad. Necesitamos más becas para estudiantes que han visto variar drásticamente la situación económica de sus familias. Mucha más equidad en la educación superior, más recursos para los estudiantes que lo necesiten.

Quizá la medida más importante, económicamente hablando, será la del fondo SolidariUsal, al que usted aportará el 10% de su sueldo. También han decidido devolver matrículas “por causas excepcionales” así como establecer otro tipo de ayudas económicas.

Es una respuesta a las razonables peticiones de los estudiantes y el reflejo de lo que me han trasladado personas de la Universidad solidarias, que hay muchas. Los órganos de representación de la plantilla participarán en el proceso de diseño de este fondo, que complementará los recursos que por supuesto debe poner el sistema público. SolidariUsal es un mensaje de compromiso y empatía con los estudiantes. Nadie debe quedar atrás.

Otro de los aspectos más relevantes es el ofrecimiento de la USAL de realizar test PCR a toda la sociedad salmantina.

Este fin de semana me he comunicado con responsables de Sacyl y puedo confirmar que el número de test que hace la USAL es creciente. Además, estamos planteando la adquisición de test rápidos para poder seguir los protocolos sanitarios. El convenio que firmamos con Sacyl se traducirá la semana entrante en muchos más test PCR (para todo el distrito universitario, porque también nos envían del hospital de Ávila). Ahora bien, los laboratorios de la USAL pueden hacer más test, así que proponemos utilizar los cauces de prevención de riesgos laborales para combinar test rápidos y PCRs selectivos en los casos en que estén indicados, conforme al algoritmo y los protocolos diseñados por Sacyl. En ello queremos trabajar con otras instituciones públicas y privadas con las que estamos en contacto y a las que agradecemos su ayuda.

Durante esta crisis se está demostrando lo importante que es la investigación, tantas veces vilipendiada y maltratada.

En la USAL contamos con investigadoras e investigadores excelentes. Quiero agradecer muy especialmente a los de las áreas biosanitarias su esfuerzo, los proyectos que han presentado y la labor que están realizando. Queremos ver los laboratorios a pleno rendimiento en cuanto sea posible, con todas las garantías de seguridad y salud.

¿Plantea la USAL alguna medida más para ayudar a la sociedad charra durante los próximos meses?

El lunes he sido convocado a una reunión por la tarde con la Cámara de Comercio y la Confederación de Empresarios de Salamanca. Trabajaremos junto a la sociedad civil y las instituciones de todos los niveles. Aportaremos lo que esté a nuestro alcance. Durante estas semanas dimos instrucciones de agilizar el pago a proveedores e impulsar las inversiones. La Universidad debe ser un motor de desarrollo y de transformación en clave innovadora. Contamos con personas muy capacitadas para ello, con disposición a hacerlo.

¿Cuándo cree Ricardo Rivero que se podrá decir que se ha superado la crisis del Covid? ¿Será en 2021 o habrá que esperar más para hablar de normalidad?

Depende de nosotros mismos. Nuestro esfuerzo y el acierto de las decisiones indicará cuándo.

¿La USAL va a salir muy dañada de toda esta situación?

Si estamos unidos y somos responsables, evitaremos los peores daños. Hemos perdido personas queridas. Quiero trasladar una vez más mi pésame y acompañar en el sentimiento a quienes más han sufrido la enfermedad y sus consecuencias, y toda mi solidaridad también con quienes sufren el desempleo, el cierre de negocios, la incertidumbre. Ahora debemos ser solidarios y trabajar unidos. Muchas gracias a quienes ayudan. Gracias a toda la comunidad universitaria y a la sociedad responsable.

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