La Universidad de Salamanca participa en un estudio que analiza el impacto del cultivo de plátanos en insectos beneficiosos
La investigación, llevada a cabo en la isla de La Palma, ha analizado cómo afecta el tipo de cultivo del plátano a las poblaciones de Euborellia annulipes, una especie de tijereta insectívora que ayuda a controlar plagas de forma natural
La Universidad de Salamanca, a través del Área de Zoología, forma parte de un equipo de investigación que ha estudiado cómo afectan los diferentes métodos de cultivo del plátano a las poblaciones de Euborellia annulipes, una especie de tijereta insectívora que actúa como controladora natural de plagas. El estudio se ha desarrollado en plantaciones de la isla de La Palma y ha sido liderado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).
Los resultados muestran que las plantaciones ecológicas albergan un mayor número de tijeretas, especialmente hembras. Natalia Rosas-Ramos, investigadora de la Universidad de Salamanca, explica que se analizaron tanto la abundancia de estos insectos —diferenciando entre ninfas y adultos, así como por sexo— como su diversidad genética.
Según Pilar Jurado-Angulo, investigadora del MNCN, la mayor presencia de hembras en cultivos ecológicos podría deberse a que estas son más sedentarias, ya que se encargan del cuidado de las crías, lo que las hace más vulnerables a los pesticidas utilizados en los cultivos convencionales. En contraste, los machos, con mayor movilidad, parecen resistir mejor estos efectos.
Diversidad genética inesperada en cultivos convencionales
Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio fue que, a pesar de la mayor abundancia de tijeretas en plantaciones ecológicas, la diversidad genética era más elevada en las convencionales. Mario García París, investigador del MNCN, señala dos posibles explicaciones: “Podría deberse a un mayor número de mutaciones inducidas por los pesticidas o a que, en entornos más alterados, los insectos se ven obligados a moverse más, favoreciendo así el intercambio genético”.
Este hallazgo pone de relieve la importancia de no limitarse a medir la cantidad de individuos o especies presentes en un ecosistema agrícola, sino también tener en cuenta su diversidad y estructura genética, factores clave para entender cómo responde la biodiversidad a distintas prácticas agrícolas.
Agricultura intensiva y pérdida de biodiversidad
La investigación se enmarca en un contexto global de preocupación por el declive de los insectos, un fenómeno impulsado en gran medida por la actividad humana. Entre los factores más determinantes se encuentra la agricultura intensiva, que, si bien es esencial para la alimentación humana, tiene un impacto negativo en los ecosistemas, especialmente por el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos.
Como alternativa, la agricultura ecológica se presenta como una opción más sostenible, que contribuye a preservar la biodiversidad al evitar el uso de productos químicos agresivos y promover un manejo más respetuoso con el medio ambiente.
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