La Universidad de Salamanca rinde homenaje a medio siglo de colaboración con la Universidad de Emory
El acto ha tenido lugar en el Edificio de Cursos Internacionales de la Universidad, donde se ha rendido homenaje a uno de los programas internacionales más duraderos y fructíferos

La Universidad de Salamanca (USAL) ha inaugurado este lunes una placa conmemorativa en honor a la Universidad de Emory, de Atlanta (EE. UU.), reconociendo su fructífera y duradera colaboración a través de Cursos Internacionales de la USAL. El acto tuvo lugar en el Edificio de Cursos Internacionales, donde se celebró uno de los programas internacionales más exitosos y prolongados de la institución salmantina.
El vicerrector de Internacionalización de la USAL, Raúl Sánchez Prieto, encabezó la ceremonia, acompañado por una destacada delegación de la Universidad de Emory y miembros de Cursos Internacionales de la Universidad de Salamanca. La placa, ya instalada en el suelo de la Sala de Alianzas Académicas, simboliza "medio siglo de confianza mutua, excelencia académica y amistad institucional" entre ambas universidades.
El programa conjunto, gestionado desde el Emory Center in Salamanca, ofrece una inmersión académica y cultural completa. Combina cursos de lengua española impartidos por la USAL con estudios de historia, arte y sociedad españolas. Además, los estudiantes tienen la opción de integrarse plenamente en la vida universitaria durante los semestres de otoño y primavera, conviviendo con alumnos españoles. El currículo se complementa con cursos específicos en el Centro Emory de Salamanca, viajes y diversas actividades culturales. Este modelo dual permite a los estudiantes vivir una inmersión completa en una de las universidades más antiguas y prestigiosas del mundo.
Sarah C. Knight, directora asociada del Office of International and Summer Programs de Emory University, ha destacado en el pasado la calidad del programa, afirmando que “Salamanca es la ‘Oxford’ o ‘Cambridge’ del mundo hispánico. El programa ofrece clases rigurosas, visitas culturales, convivencias y contacto constante con la lengua española”.
Desde 1993, se estima que más de 1.000 estudiantes de Emory han pasado por las aulas salmantinas, lo que ha reforzado significativamente la proyección internacional de la Universidad de Salamanca como un centro de excelencia en la enseñanza del español.
La profunda conexión que se forja en este programa queda patente en testimonios como el de Maya Wright, estudiante de Lingüística Hispánica y Ciencias de la Salud en Emory, quien en el verano de 2022 compartió una anécdota significativa: “Lo que más me enterneció fue que, en mi primera clase, la profesora local me dijo ‘este año somos 12 y cada uno representamos un país diferente’. Después nos abrazamos en la Plaza Mayor al final del curso”. Este relato subraya el espíritu integrador y la dimensión intercultural del programa, que va mucho más allá de las paredes del aula.
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