A partir del análisis de 6.059 observaciones procedentes de 2.501 alumnos y 229 pruebas realizadas durante el curso 2018-2019 en la Universitat de les Illes Balears, el profesor de economía en dicha universidad, Pau Balart, observó que el horario en el que se lleva a cabo una prueba de conocimiento ejerce un efecto causal sobre el resultado que se obtiene en las mismas. En concreto, los estudiantes exhiben un peor rendimiento cuando las pruebas se llevan a cabo en las franjas más tempranas y tardías del día.
Así lo recoge el estudio 'Rendimiento y horario en las pruebas de conocimiento: evidencia de la educación superior', última de las publicaciones de las fundaciones Ramón Areces y Europea Sociedad y Educación dentro de su colección 'Monografías sobre educación', al que ha tenido acceso Europa Press.
Según el autor del informe, estos efectos no lineales podrían ser causados por dos fenómenos distintos que afectan al rendimiento durante el transcurso de un día. Por un lado, la fatiga cognitiva, a medida que transcurre la jornada, explicaría el peor rendimiento observado en las franjas tardías.
Por otro lado, los ritmos circadianos específicos de los adolescentes y de los jóvenes adultos les hacen susceptibles de sufrir efectos adversos en el rendimiento académico en las franjas más tempranas del día.
La combinación de estos dos efectos -la fatiga cognitiva y el ritmo circadiano- es consistente con los efectos hallados en el presente estudio, según afirma Balart.
Diferencia entre chicos y chicas
Atendiendo al género del alumno, las estudiantes muestran un mayor declive en el rendimiento que los varones en las franjas de horario tardías, siendo su rendimiento estadísticamente más bajo en la última franja horaria.
En cambio, los hombres muestran un peor resultado que las mujeres en las franjas horarias más tempranas, siendo estadísticamente significativa esa diferencia a primera hora.
Según el autor, "los hallazgos de este estudio son relevantes desde el punto de vista académico, organizativo y de políticas públicas, especialmente en lo que respecta a la discusión actual sobre las medidas encaminadas a mejorar la racionalización de los horarios en España".
Contexto de la COVID-19
Siendo todos ellos merecedores de consideración, es destacable esta recomendación en el contexto de la actual crisis sanitaria generada por la COVID-19.
"Actualmente, el sistema educativo se encuentra con restricciones a la hora de habilitar espacios donde llevar a cabo pruebas de evaluación; la forma más habitual de hacer frente a estas restricciones incluye dos modalidades, la primera consiste en habilitar espacios y vigilantes adicionales para llevar a cabo el examen y otra posibilidad es dividir a los estudiantes en dos grupos y realizar las pruebas de manera consecutiva". Balart indica que los resultados de este trabajo desaconsejan el uso del segundo mecanismo.
Si bien esta segunda opción permite ahorrar costes en términos de espacio y de vigilantes de las pruebas, se ha mostrado que, en caso de aplicarse la prueba en momentos distintos del tiempo, "el efecto del horario podría estar afectando negativamente a la equidad".
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