La formación realizada en la Universidad Pontificia deSalamanca, y enmarcada dentro del proyecto INESPO III, ha mostrado ladiferencia entre la comunicación científica, dirigida a expertos, con unformato rígido y orientado a la precisión, y la comunicación de la innovación,dirigida al público y ofrecida en los medios de comunicación generalistas.
Para la gerente de la Fundación 3CIN (Centro deEstudios para la Ciencia, la Cultura Científica y la Innovación), Ana VictoriaPérez, es relevante potenciar los aspectos positivos de la innovación, ya quees más compleja de comunicar que la investigación, porque se dirige a losciudadanos y requiere un esfuerzo adicional para contar en qué consiste.
Parala periodista, el objetivo de comunicar una invención se centra en captar laatención del público para que el producto o servicio llegue a la sociedad."Pero hay que tener en cuenta aspectos sociales, religiosos, o laslimitaciones legales que pueden influenciar más en el contexto donde se lanzala innovación, que en el beneficio social que aporte el nuevo producto oservicio", advierte.
Durante la sesión, se han explicado conceptos como lacomunicación interna, la importancia de la colaboración interdepartamentalentre OTRIs, servicios jurídicos y gabinetes de comunicación. Y se ha analizadocómo realizar un plan de marketing, su difusión y la explotación de losresultados de la investigación.
Los formadores han presentado también laimportancia de las redes sociales a la hora de crear un prototipo y buscar la financiaciónpara desarrollarlo, así como las estructuras existentes para testarlo antes desu lanzamiento; la evaluación social del impacto de la tecnología, y losdistintos formatos comunicativos para implementar el producto o servicio.