La USAL presenta el nuevo Centro de Estudios Ambientales y Dinamización Rural (CEADIR): "La curiosidad científica es la antesala de la necesidad"

La Universidad de Salamanca ha presentado este lunes, 13 de noviembre, el nuevo Centro de Estudios Ambientales y Dinamización Rural (CEADIR), "un hito" más en la investigación y transferencia en lo referente al desarrollo sostenible.

"Es una expresión más de lo importante que es para la Universidad a su entorno social y económico", ha manifestado José Miguel Mateos Roco, vicerrector de Investigación y Transferencia. 

El centro, donde se encuentran trabajando 50 investigadores actualmente, por fin ha tomado forma tras sufrir varios retrasos debido a la pandemia de la Covid-19, entre otros obstáculos, aunque aún no cuenta con sede física por falta de recursos económicos y humanos.

Estos trabajadores están dedicados a algo más de 20 líneas de investigación, divididos en cuatro grupos: Biodiversidad, Diversidad humana y Biología de la Conservación; Geomorfología Ambiental y Patrimonio Geológico; Alimentos, Producción, Elaboración y Caracterización; y Ecología aplicada, Restauración de Ecosistemas y Manejo de la Biodiversidad, cuyo objetivo es trabajar como un "equipo interdisciplinar" presentándose a proyectos así como practicar la docencia y formación online y presencial.

"En la zona periférica la pérdida de población en el medio rural es muy importante y curiosamente estas zonas de abandono tienen alta biodiversidad", ha explicado Miguel Lizana Avia, catedrático de Zoología y director del Centro de Estudios Ambientales y Dinamización Rural (CEADIR), detallando que las pretensiones son realizar "proyectos y estudios" que a su vez tengan "como consecuencia la fijación de población", tratando así aspectos ambientales y sociales.

"En el ámbito rural reproducimos naturaleza o cultura y no estamos aprovechando todo su potencial", asegura Víctor Javier Colino, investigador del CEADIR y profesor del departamento de Biología Animal, Ecología, Parasitología y Química Agrícola, agregando que en estos lugares "se producen muchas más cosas que alimentos" aludiendo a que "mantienen la biodiversidad, fijan conocimientos tradicionales o contribuyen a la dinamización social", algo que "no se pone en valor".

La importancia de este centro reside en un "gran reto" que debe estar resuelto para los nuevos cambios: "Lo que no seamos capaces o no hayamos testado o identificado cuando llegue a nivel global no vamos a estar preparados", ha destacado el vicerrector, concluyendo que "la curiosidad científica es la antesala de la necesidad" afirmando que "somos curiosos porque tenemos necesidades" y la curiosidad "resuelve problemas antes de tenerlos".