La USAL y la UNAM, casi cinco siglos de historia celebrados en una semana de "relaciones estrechas"

Durante esta semana, el Estudio salmantino acoge actividades coorganizadas y relacionadas con el Estudio mexicano, cuyo origen está ligado a la Universidad de Salamanca y que ahora colaboran en el espacio iberoamericano de educación superior

 ricardo rivero y enrique graue
ricardo rivero y enrique graue

Los rectores de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero, y de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue, han presentado en rueda de prensa la ‘Semana de la UNAM en la USAL’ que se está celebrando durante estos días en el Estudio salmantino y que concluirá el próximo viernes.

Como explicó Rivero, se trata de una de las formas de homenajear a una de las universidades decanas de América y, con seguridad, la más importante, además se servir para agradecer al Estudio mexicano toda la labor y ayuda que prestaron durante el VIII Centenario de la Universidad de Salamanca.

La UNAM es heredera de la Real y Pontificia Universidad de México, creada en 1551 y que se fundó con los mismos privilegios que la Universidad de Salamanca y estaba integrada por cinco escuelas, inspiradas en el estudio salmantino: Teología, Cánones, Leyes, Medicina y Artes.

Así, desde la USAL se presente “agradecer con todo el significado” esa relación de casi 500 años y, especialmente, 80 años después de que el Estudio mexicano acogiera de manera generosa a todos los profesores españoles que tuvieron que exiliarse a México tras la Guerra Civil.

Por ello, se han programado actividades que se vienen desarrollando toda esta semana y que comprenden tanto eventos culturales (como la proyección de documentales o de películas) hasta coloquios (como el de este miércoles de Jorge Volpi) pasando por sesiones académicas en torno a la historia de ambas universidades.

Una universidad con 350.000 estudiantes en su mayoría de familias de bajos ingresos

Ricardo Rivero también destacó las cifras de la Universidad Nacional Autónoma de México, así como sus indicadores. El Estudio mexicano cuenta con 350.000 estudiantes y casi 400.000 personas pertenecen a su comunidad universitaria. Pero no sólo prima la cantidad, sino también la calidad, ya que la UNAM aparece en los puestos más altos de los rankings internacionales.

Además, tiene un valor especial, y es su vocación como “servicio público ejemplar” así como su orientación social, prosiguió el rector de la USAL, puesto que el 60% de los estudiantes de la UNAM proceden de familias con escasos recursos o ingresos más bajos. “En un tiempo como el actual, hay universidades con buenos resultados pero a partir de la orientación elitista, y por ello la UNAM merece ser destacada”, alabó Rivero, quien la calificó por todo lo nombrado como “la universidad más importante de Iberoamérica y la número uno en esa orientación social”, puesto que ejemplifica todos los fines que ha de tener una universidad.

Ante estas palabras, el rector de la universidad mexicana, Enrique Gauer, sólo tuvo agradecimiento, así como también se congratuló de poder tener esta oportunidad para compartir unos días “de una historia que es de casi cinco siglos”, ya que el primer rector de aquella Real y Pontificia Universidad de México fue un salmantino, así como los primeros profesores de esa fueron egresados de la USAL.

Desde aquel entonces hasta ahora han pasado casi 500 años, “y si uno ve la historia de los mexicanos, todos tienen alguna relación con la UNAM”, aseguraba con gracia el rector mexicano, quien reflejó que su universidad no sólo ha brillado en términos de egresados, sino también de investigación, puesto que “de nosotros surgen todos los centros (de investigación) del país”.

Igualmente, la parte cultural de la UNAM es “muy importante”, especialmente en Ciudad de México, donde tienen un mayor número de museos, pero tratando de alcanzar a toda la comunidad con sus dos orquestas sinfónicas o sus teatros que están “en todos los rincones de la República (de México)”. 

La USAL, una de las tres madrinas de la UNAM

Esa “historia de experiencias comunes” se profundizó en 1910, momento en el que la Universidad Nacional Autónoma de México se refundó tras “un período convulso” en el país, según detalló Enrique Graue. Y es que aquel año, tres estudios fueron los invitados a esa refundación “con el espíritu de una universidad nacional”: la Sorbona, la de Berkeley y la de Salamanca.

Eso provocó que las relaciones fuesen aún más estrechas y que las conexiones se volvieran permanentes, como se demostró cuando todos los “distinguidísimos académicos y artistas” exiliados por la Guerra Civil “enriquecieron la vida cultural de nuestro país y, particularmente, de nuestra universidad”.

Esa relación continúa hoy en día, con ambas universidades con representación en su homóloga del otro lado del charco. Una “relación permanente” que se consolidó con el VIII Centenario “de nuestra universidad madre” y que fue cuando se decidió realizar esta semana.

Por último, Enrique Graue reafirmó que desde la UNAM están orgullosos de su origen salmantino, lo que hace que su relación sea “muy buena y muy, muy importante”, y esperan que durante los próximos años se siga consolidando como hasta ahora. 

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