Las reses de Valdeflores dejan un complicado encierro en Aldeadávila de la Ribera con la baja de un caballo
En el apartado en el prao del Rocoso, uno de los astados que estaba muy hermanado con el resto de la manada se arrancó a uno de los caballos que finalmente murió
El segundo encierro a caballo en Aldeadávila de la Ribera ha sido complicado para los jinetes, además de accidentado. Las reses del hierro de Valdeflores lo han puesto difícil desde el minuto uno en que los caballistas se adentraron en el prao del Rocoso para apartarlos del resto de la manada.
Los cuatro novillos de Valdeflores estaban muy hermanados con el resto de la manada por lo que dificultaron las tareas en el apartado, donde uno de los astados se arrancó hacia un jinete al que alcanzó sacándole las tripas a su caballo, que lamentablemente murió a consecuencia del percance. El jinete solo resultó contusionado.
Una vez que el encierro se encaminó hacia el pueblo, las reses volvieron a protagonizar instantes de tensión con dos toros que se deshermanaron y se quedaron solos, descolgándose del resto de la manada. De nuevo, destacó la labor de los encerradores de Tauro Tormes que con temple lograron sobreponerse a las dificultades y encauzar a las reses hasta la plaza.
Los novillos serán lidiados por la tarde por el alumno de la Escuela Taurina de Salamanca, Noel García y por César Martínez de la Escuela de Madrid. Al finalizar el festejo habrá una suelta de una vaquilla. El miércoles es el turno de los novillos de Los Bayones para el encierro.
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