La actividad gripal en Castilla y León en la quinta semana de 2014 (entre el 29 de enero y el 4 de febrero) ha tenido una incidencia de 224 casos por cada 100.000 habitantes. A pesar de situarse todavía por encima del umbral epidémico, la curva epidemiológica muestra una tendencia a la baja. El pico de casos se alcanzó la semana pasada, con 270 por cada 100.000 habitantes, y ahora ha comenzado el descenso previsto para esta época.
Según los últimos datos ofrecidos por la Red Centinela Sanitaria, la incidencia sigue siendo mayor en los niños menores de 4 años, pero a partir de esa edad las tasas de ataque son similares en los diferentes grupos de edad. Además, hay que destacar que en el 80 % de los casos el virus ha aparecido en personas no vacunadas. El virus circulante predominante en esta temporada es el virus de tipo A, tanto el H3N2 como el H1N1.