Un proyecto pionero en apicultura en España ha desarrollado un microchip que permitirá medir el índice de mortalidad que afecta a una población de abejas de la provincia de Salamanca. Así se ha presentado este viernes en la finca Negrillos, entre Vecinos y Tamames, de manera que se podrá estudiar y controlar el despoblamiento de los insectos.
Así lo han explicado Castor Fernández, presidente de la Asociación de Apicultores Salmantinos; José Navarro, secretario de la asociación; Antonio Gómez, consultor apícola; José Orantes, director del laboratorio apícola Apinevada, en Granada; y Luis Ángel Cabezas, presidente de Asaja Salamanca. El objetivo, detectar las causas de la muerte de una enfermedad que afecta a su agotamiento, denominada ‘desabejamiento’. El microchip ha sido instalado en la zona del tórax para obtener datos a diario sobre su comportamiento.
Gracias a un dispositivo de 2,2 milímetros de largo y 1,5 de ancho, se puede contabilizar las veces que las abejas acceden y salen de la colmena. Y es que debido a ese agotamiento, muchos ejemplares mueren tras los primeros quince días de floración, aunque también se está estudiando la acción de los pesticidas sobre la mortandad de las abejas.