Tres empleadas del establecimiento salieron corriendo tras el presunto ladrón mientras pedían ayuda a los viandantes para avisar a la Policía. Tras una breve persecución, las empleadas descubrieron que el hombre se había refugiado en el servicio de un bar de la calle Capitán Cortés, a escasos 200 metros de la perfumería.
Acorralado por las dependientas y por numerosas personas que se agolparon en la puerta del bar, el hombre no tuvo opción a continuar con su huída y fue finalmente detenido por la agentes de la Policía Nacional que no tardaron en llegar hasta el lugar.