Situado en un rincón del palco de Las Pistas y ocultando sus ojos conunas gafas de sol, como si tuviera el objetivo de pasar inadvertido. Así semostraba este sábado el informador arbitral del partido Unionistas de Salamanca- Cultural Leonesa, correspondiente a la sexta jornada de Liga en el Grupo IIde Segunda División B.
Su misión, evaluar lo realizado por el trío arbitral (en este caso, Sergiodel Río Lozano, Alberto Gómez Landero Ossorio y Víctor Manuel Broncano Suárez)y emitir un informe que la Real Federación Española de Fútbol usará parapuntuar su actuación en base a distintos criterios y, al final de la temporada,elaborar una clasificación que determinará qué árbitros y asistentes ascenderány descenderán en cada categoría.
El encargado de realizar esta tarea en este duelo regional tenía trespuntos conflictivos: los dos penaltis indicados (uno para cada conjunto) y laexpulsión, por doble tarjeta amarilla, de Zubiri, jugador del cuadrosalmantino.
Pero como el buen o mal hacer del colectivo arbitral trasciende a este tipode acciones y tiene en cuenta otros factores, como la colocación en el campo,el diálogo entre ellos o la relación con los participantes, las anotaciones quehacía eran continuas.
De esta forma, el encargado de informar sobre los árbitros estaba pendientedel juego y de aspectos que se le escapan a otros integrantes de un encuentrode fútbol. Eso sí, todo lo que acontecía en el celebrado en Las Pistas es secreto ypermanece anotado en un cuaderno integrado en unas tapas de la Federación deCastilla y León de Fútbol en el que escribía con un bolígrafo negro y otroazul.
En el próximo partido, los árbitros y sus asistentes volverán a someterse aeste examen que hace que, mientras los equipos se jueguen llevarse 0, 1 o 3puntos, ellos opten a conseguir una buena o mala nota.