Del frío polar, a las altas montañas y los desiertos más extremos: las tres personalidades que compartirán sus secretos mejor guardados en Salamanca
José Trejo, Javi Guzmán y Maigua Ojeda realizarán tres exposiciones desde este miércoles, 22 de octubre, y hasta el viernes, 24 de octubre, para conocer desde dentro cómo ha sido vivir experiencias únicas, desde grandes maratones, hasta fríos polares y grandes cimas que escalar
El mundo de la exploración y la montaña, de la naturaleza y el deporte, ha ido adquiriendo cada vez más relevancia. Si hace unos meses, los trail runners salmantinos Guillermo Ramos y Juana Montaño conseguían entrar en la lista de deportistas de Alto Nivel de Castilla y León, además de la Selección Española de esta disciplina, la misma Salamanca será escenario de la presencia de tres figuras muy relevantes, a nivel mundial, en cuanto a montaña se refiere.
Hablar de grandes maratones, expediciones polares o grandes cimas parecen hechos que solo podíamos apreciar en documentales, libros y leyendas, hasta que, por querer lograr grandes objetivos, se llega a realizar lo imposible y, muchos más importante, lo soñado.
La pionera del ultratrail español, Maigua Ojeda; el escalador y guía, Javi Guzman; y el explorador polar, José Trejo, se darán cita en Salamanca durante este miércoles, 22 de octubre, en unas jornadas de montaña para todos los públicos en donde, durante tres días y hasta el 24 de octubre, compartirán todos los conocimientos necesarios sobre estas vivencias, además de resolver cualquier tipo de duda.
Organizadas en el Centro Integrado de Vistahermosa por el Grupo Salmantino de Montaña, junto a los clubes Salandar, B612 y Acción Charra de Escalada, los salmantinos que se acerquen podrán ver a tres de las personas españolas que han dejado (y siguen dejando) un gran legado en la historia del montañismo a nivel mundial.
Están son las historias de tres personas que han logrado luchar contra lo que la sociedad vería como una locura, lo que no se entiende o lo que llevaría directo a la muerte. Aquí, el miedo es fiel aliado, y el esfuerzo las pequeñas dosis de energía para lograr superarlo.
Javi Guzman: récords mundiales e importantes expediciones en varios continentes
Hablar de Javi Guzman, es hacerlo de un escalador y alpinista de origen madrileño que ya ostentó durante muchos años ser el guía de escalada más joven de España. En sus vitrinas ya quedan para la posteridad la Liga Rallyes 12 horas de Escalada, en la que actualmente permanecen cuatro de los cinco récords en su haber, además de otras tantas expediciones realizadas en lugares como el Himalaya, Alpes, Andes, Canadá, Tatras, África, Cáucaso o la Patagonia.
En el mundo de la escalada, además, es un referente, y no es para menos cuando posee los grados máximos escalados de 8b+ en escalada deportiva, 8a de boulder, 8a en escalada de autoprotección y A4+ en artificial.
Ante un mundo que se ha ido poniendo cada vez más de moda, sobre todo a raíz de Alberto Ginés y sus Juegos Olímpicos de Japón, vamos a conocer la verdadera profesión que se lleva por dentro.
Desde el abismo más alto, a la pura adrenalina
Vivir de la propia naturaleza, de una forma sostenible, es posible, y así lo ha demostrado Javi Guzman. Al igual que en este tipo de casos, las inquietudes se hacen visibles desde bien pequeños. Como explica el guía y escalador: “Tuve la suerte de descubrir lo que me encantaba y lo que quería hacer. Lo de guía suena a profesional, como un trabajo, pero yo me metí a formarme de ello y para aprender más sobre la escalada y como desarrollarla de forma segura”.
Desde que iba al instituto ha explicado cómo se ha ido forjando ese espíritu aventurero por la montaña, donde salía del instituto, cogía su bicicleta y marchaba a escalar. Los estudios siempre estuvieron allí, pero al terminar si formación estudiantil, ese latido seguía vivo, lo que hizo que se sacara la acreditación como guía a los 18 años: “En cuanto terminé los estudios, sabía que 'quería perder' el tiempo en todo lo que sea escalar”.
Como todo en la vida, y al comenzar por un sueño, arranca con miedo, que no deja de ser un hecho primario que tenemos intrínsecamente los humanos. Poco a poco ha ido progresando en el ámbito, algo que destaca con especial cariño: “Con 20 años se puede apreciar el trabajo que hay detrás. Cada escalón me lo he currado. Empecé con 14 años y he dedicado muchas horas, ilusión y ganas”.
Destaca el vértigo por encima de todo, aunque, también sea dicho, Guzman ya ha hecho fácil enfrentarse a ello: “Tu miras para abajo, ves un vacío de 20 metros y empiezas a sudar. Se te agarrotan los músculos y claro, eso lo tienes que vencer cuando ya está allí”. Tal vez ahí radique el quiz de esta cuestión, que a pesar de ser un deporte difícil, siempre habrá una cima más alta o más complicada en la que lograr la deseada meta.
No siempre se pueden realizar grandes expediciones en montaña, las de riesgo, las que erizan la piel, se tienen que preparar con mucho tiempo. Como mucho, según cuenta a este medio Guzmán, se pueden hacer dos veces como mucho ya que “sientes que compras papeletas para no volver a casa, ese tipo de actividades llenan muchísimo y no son para estar jugando con ello todos los días”.
Sobre ello, además, destaca que “me gustan las grandes paredes”, pero claro, ante cualquier desafío, el temor siempre está presente: “Realmente es pasarlo mal, y dentro de ello es encontrar disfrute y aprendizaje para hacerlo de una forma segura. Te da miedo que te pueda pillar la noche y que encima has calculado con poco abrigo. Hay muchos deportes donde el miedo lastra, pero aquí es un compañero, el mejor compañero”.
Entre todas esas experiencias, ha destacado una que vivió hace tan solo dos meses, en el Mont Blanc, en la vertiente italiana, donde “mientras estaba escalando, se desprendió una piedra que me golpeó la pierna a más de 3.000 metros. Me faltaban 200 metros y tuve que mantener todo bajo control. Me quedé impedido en mitad de la nada”. Por suerte, pudo ser rescatado en helicóptero.
Ante jugarse el pellejo día a día, también ha explicado que “es un deporte en donde te expones a ello. Con la experiencia y el tiempo puedes minimizar eso, pero hay cosas que no dependen de ti únicamente”.
Ante toda persona que quiera adentrarse en el inmenso mundo de la escalada, Guzman ha concluido con un mensaje claro: “Lo importante es no saltarse ningun capítulo porque es un juego peligroso y la seguridad solo se consigue paso a paso. Hoy en día, con el boom de la escalada, hay mucha oferta y es bastante sencillo hacer las cosas bien porque la info es asequible. Es fácil aprender hoy por hoy, pero siempre haciendo las cosas con seguridad”. Durante la charla que impartirá este miércoles, 22 de octubre, cualquier persona podrá preguntar cualquier duda al respecto y, sobre todo, saber qué ingrediente es necesario para superar tus miedos y lograr grandes objetivos.
Maigua Ojeda: pionera del ultratrail español, entrenadora y escritora, referente a nivel mundial
De origen toledano, y con nombre amazónico (Maigualda), hablamos de una de las personas más importantes en la historia de España en cuanto al ultra trail español. Muy activa en redes sociales donde cuenta su día a día, se ha convertido en un ejemplo de superación y de resistencia.
Entre todos los premios que tiene, con largo y extenso palmarés, Maigua ha sido la primera mujer española en completar el circuito internacional 4 Deserts Grand Slam Plus, recorriendo más de 1.250 kilómetros en algunos de los parajes naturales más extremos. Además de liderar proyectos de empoderamiento femenino en montaña, también ha compartido sus experiencias vitales en ‘Elegí vivir’, libro del que es autora.
Para que nos hagamos una idea de su año, ha logrado cumplir muchas de sus metas, tanto en lo personal como en lo profesional, donde se ha llegado a lesionar y se ha recuperado en absoluto silencio, donde ha entrenado en pleno agosto y su calor, para así adaptarse a las temperaturas desérticas, donde ha llegado a ser su propia entrenadora y su propia psicóloga. Un ejemplo de fortaleza mental y, como no, de superación. Su ponencia será este jueves, 23 de octubre, a las 20:30 horas.
José Trejo: autosuficiencia y resiliencia ante la adversidad del frío
Extremeño orgulloso, hablar de José Trejo es exponer la máxima resistencia corporal del ser humano en una persona. Con cientos de kilómetros recorridos bajo el frío polar, ha realizado los principales retos mundiales en cuanto a fortaleza física y mental.
Un referente que también llegará a Salamanca para explicar sus experiencias en terrenos que ha labrado con sus pies bajo temperaturas de 20 grados bajo cero y vientos huracanados en Siberia, o recorriendo el archipiélago ártico de Svalbard a 30 grados bajo cero. Uno de los únicos españoles en conseguirlo, y donde las expediciones ya quedan escritas para la historia.
Conectar con la naturaleza, externa e interna
Siendo capitán de yate y habiendo recorrido 67.500 kilómetros en el mar, parece algo pequeño haber explorado Groenlandia, pero todo cambia cuando se van conociendo sus orígenes y, sobre todo, las inquietudes que llegó a tener desde joven hasta llegar a su pico actual, el de seguir conociendo mundo y, lo más importante, a uno mismo.
Desde temprana edad ya imaginaba el momento que está viviendo ahora mismo: “Yo me dedico al enfoque de un lugar que soñé en su momento y que quería cumplir. He ido cumpliendo todo lo que he ido pensando desde pequeño. Yo quería vivir, vivir las experiencias que leí, y eso es lo que estoy haciendo poco a poco”.
Ya en Badajoz, los libros fueron sus fieles compañeros, y a través de diferentes excursiones por España, surgieron las dudas sobre qué seguir explorando y cómo realizarlo, recabando información que llegaría a servir algún día.
Primeramente destaca Groenlandia, país al que marcha tras ver en 'Callejeros Viajeros' a Ramón Larramendi, explorador polar, que solicitaba trabajadores para hacer incursiones por esa zona. Sin pensarlo dos veces, busca la información y vuela para allá, con un billete que sacará año tras año, y donde conocerá de cerca la cultura de los Inuit, los conocidos comúnmente como esquimales.
Antes de contar su historia, habría que hacer un pequeño ‘flashback’ años atrás, cuando con su hermano se encuentra viajando a Canadá, en 2006, sobrevolando Groenlandia, una imagen que queda en su retina: “Yo ya pensaba en lo difícil que tenía que ser llegar allí, al final eso se quedó impregnado en mi mente y estuvo latente siempre”.
Ahí aprendió una palabra clave que explica con detalle: “Autosuficiencia y un profundo agradecimiento a las enseñanzas, no solo a las palabras”. Realizando una perfecta metáfora sobre lo que suele ser la vida y como se adapta la misma al entorno. Ante ello, la existencia de diferentes idiomas complica la situación, pero no para José Trejo: “El idioma de los Uniut es difícil porque solo se puede traducir el 20 por ciento de las palabras, ya que las frases y los sustantivos se modifican y solo hay un traductor que está evolucionado con la inteligencia artificial. El Calalisú, como se llama, es complicado, pero las vías de comunicación acaban siendo sencillas mientras se tenga la intención”.
Una vez allí, ocurre la experiencia vital más bella, la que te une con la naturaleza y hace que te replantees si, al fin y al cabo, el rumbo del mundo es el correcto: “Cuando conectas con la naturaleza y con tu naturaleza, porque estás en soledad, es bueno y malo, porque no hay nadie, en partes iguales. Pero también está la sensibilización de encontrarte a ti mismo fuera de todo lo que has conocido. La limpieza en el alma y franquear todos los límites que están ahí”.
No todo son buenas noticias en Groenlandia, y es que el cambio climático está haciendo que se llegue a visualizar y experimentar sus efectos en las capas más frías del planeta: “Groenlandia se está derritiendo, uno no es consciente desde la lejanía. Pero si está a 20 kilómetros de un glaciar y lo exploras, ves que hay algo oscuro en ello, que en 10 años, un glaciar de seis kilómetros de largo, un kilómetro de ancho y 70 metros de altura, ha desaparecido por completo”.
Por otro lado, fiel a su estilo, sus viajes no son simplemente hechos que buscan los ‘likes’ en las redes sociales, es algo que va más allá del horizonte, ese fin primero de compartir las experiencias vitales para que los ojos de José, sean los ojos de aquellas personas que dudan sobre el cambio climático y sus efectos: “Lo que a mi me duele no es solo esa evolución de la tierra y del hielo, sino la falta de conciencia que nos están metiendo, que nos ha atrapado y ha desviado la mirada a otro lugar. Eso me inquieta y más cuando puedo sentirme testigo de ver como ha ido desapareciendo”.
Otro de los puntos más especiales y esenciales que tiene Groenlandia son sus osos polares, donde en el imaginario mundial son bestias peligrosas que solo buscan atacar. José, de nuevo, enseña una lección de esa conexión que vivió con la naturaleza: “El oso polar, el que tienes en tu cabeza, es un monstruo y un depredador. Yo conocí al animal, no al monstruo, he tenido 11 avistamientos y los he tenido a 75 metros en tierra firme y a 8 metros en el mar. Es un ser de la naturaleza con sus cosas buenas y cosas malas. Eso sí, no hay que olvidar que sigue siendo un animal que está en peligro de extinción”.
Como ejemplo, además, ha indicado el de estar en medio de la nada, solamente con tu tienda de campaña, pensando que puede haber un depredador y que se sienta la amenaza, esa que puede hacer que no vuelvas a ver la luz del día. Hasta tal punto ha llegado a habituarse al entorno, que José ha logrado realizar un sistema de bengalas que, a través de un sedal que empuja el animal que se acerque a la tienda, lanza unas bengalas para avisar del peligro.
Otra de las experiencias vitales que más le ha marcado ha sido la exploración del Lago Baikal, realizada este 2025 y donde ha soportado temperaturas de 20 grados bajo cero. También ha narrado sus experiencias sobre lo vivido, donde ha expuesto que “a mi me dijeron que había un lago en Rusia que se hiela por completo y que es el más profundo. No sabía ni ubicarlo, pero me saltó la curiosidad y lo busqué en los mapas hace 12 años, en enciclopedias, y este año he cruzado el lago en diez días".
Allí aprendió otras de las palabras claves, si antes era autosuficiencia, en el lago fue ‘resiliencia’. Está palabra ha ido subiendo peldaños poco a poco, ya que “no se puede ir al Baikal sin herramientas, y esas herramientas se adquieren explorando y viviendo”, subiendo escalones hasta lograr otro de sus sueños, cruzar toda esa extensión fortaleciéndose día a dia. Como curiosidad, lo tuvo que hacer en patines, algo que aprendió en el momento, mientras llegaba allí por primera vez en su vida.
Ante aquellas personas que quieran seguir el ejemplo de José, además de poder disfrutar en primera plana al mismo el viernes, 24 de octubre, a las 20:30 horas, también podrán tomar las palabras con las que ha concluido la entrevista: “Para esto no hay entrenamiento que valga, pero si ves una oportunidad como esta, quieres hacerlo, y no lo haces, quizá no vuelva a darse en la vida”.
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