Un año más, Ángel Rufino, más conocido como El Mariquelo, celebróla Ascensión a la Catedral Nueva de Salamanca en un acto que llega a sudecimotercera edición este 31 de octubre. Lo hizo subiendo hasta la campana grandedel templo salmantino para rememorar el terremoto de Lisboa de 1755, que apesar de ir en sentido hacia Salamanca, se saldó sin víctimas en la ciudad.Este año, además, lo hizo por los afectados por ictus, los alcohólicosrehabilitados y las enfermedades raras.
Los actoscomenzaron a las 9:30 horas en el Puente Romano. Desde allí, a lomos de uncaballo al que acompañaron otros cuatro, se dirigió hasta la plaza de Anayarealizando un recorrido por las calles Veracruz, Libreros, Meléndez y la Rúa.Allí tocó algunos cánticos entre la multitud, especialmente turistas, queobservaban embelesados esta tradición salmantina.
Una vezen su destino, subió a la Catedral y tras unos breves problemas por lamegafonía, Rufino se subió a la barandilla de la terraza de la catedral parapronunciar un breve discurso lleno de “¡Viva Salamanca!”. Posteriormente, seasomó, como ya es tradición, por la pequeña ventana del reloj de la torre. Actoseguido, subió, como viene haciendo desde hace apenas unos años, por losescalones interiores de la torre hasta la campana de María de la O, también conocidacomo ‘Campana Grande’, en lugar de hacerlo por el exterior, como hacía desde unprincipio.
Allí tocóla ‘Charrrada de la Catedral’, el ‘Himno de la Alegría’ y ‘Viva la gente’ conla gaita y el tamboril. Tras entonar unas palabras, El Mariquelo hizo la sueltade palomas desde lo alto de la torre y para concluir el acto tocó la campana 33veces en honor a esta trigésimo tercera edición.
Lasactividades del jueves continuarán a las 18 horas con actuaciones en la PlazaMayor y a las 20 horas con un vino de honor en un local del centro delmunicipio.