Marisol más allá del mito y la estética que envuelve la historia de Hildegart, los pasajes de Salamanca a los Premios Goya 2025
Los charros Chema de la Peña y Javier Alvariño aspiran a uno de los 'cabezones' que se entregan este sábado en el Palacio de Congresos de Granada
"La vida es una tómbola", como bien cantaba Marisol, y lo que que pase este sábado en la 39 edición de los Premios Goya es un misterio. 'El 47', de Marcel Barrena, parte como la gran favorita con catorce nominaciones, pero cualquiera puede dar la sorpresa y alzarse con uno de los ansiados 'cabezones'. Por ejemplo, los salmantinos Javier Alvariño y Chema de la Torre, candidatos a Mejor dirección de arte y Mejor película documental, respectivamente.
Chema de la Peña aspira al galardón por su trabajo en 'Marisol, llámame Pepa', el documental que ahonda en la transición del ídolo de masas a Pepa Flores, la mujer de carne y hueso que se esconde detrás del mito y que tuvo que desaparecer para recuperar su voz. La cinta competirá con 'Domingo domingo', 'Mi hermano Ali', 'No estás sola' y 'La guitarra flamenca de Yerai Cortés', la ópera prima de C.Tangana que aparece en casi todas las quinielas.
Javier Alvariño, por su parte, podría ser recompensado por su implicación en 'La virgen roja', la película que rescata la historia de Hildegart (Alba Planas), criada estrictamente por su madre, Aurora (Najwa Nimri), para ser la mujer del futuro. "Te estalla la cabeza de que no se conozca", reconoce en una entrevista ofrecida a Salamanca24horas. Para lograr la sensación de asfixia y control que sufre la protagonista, su departamento realizó "un trabajo muy amplio", que abarca desde el diseño de los sets a la ambientación de los espacios del filme.
Respecto a su nominación a los Premios Goya, Alvariño admite estar "muy contento" y "tranquilo" a la vez. "Cuando entiendes que en el fondo no va de justicia, sino de la inmensa fortuna que es que un día al año haya una ceremonia que tiene un impacto social... Eso es lo mágico. Todo lo demás es igual. No importa quien gane", señala. El director de arte compite con amigos y conocidos como Marta Bazaco ('El 47'), Pepe Domínguez del Olmo ('Segundo premio') o Miguel Ángel Rebollo ('Volveréis').
Salmantinos con Goya
De alzarse con un premio Goya, Javier Alvariño y Chema de la Peña engrosarían la lista de ganadores salmantinos. El primero en conseguirlo fue el actor Santiago Ramos por su trabajo en 'Cómo un relámpago' (1996). Le siguieron Charo López como Mejor actriz de reparto por 'Secretos del corazón' (1997), Antonio Hernández en la categoría de Mejor Guion Original por 'En la ciudad sin límites' (2002), Carlos Therón por su dirección en el cortometraje documental 'En la cuna del aire' (2005) e Isabel Ocampo por la de 'Miente' (2009).
Rodrigo Cortés ha sido el último charro en saber qué es llevarse el 'cabezón' a casa. Era 2011 y aspiraba a cuatro galardones por 'Buried'. Se hizo con el de Mejor Montaje y, al subir al escenario, arrancó la risa de los presentes con una frase para el recuerdo: "Ahora sí tengo un Goya como una olla". Catorce años después, la última película del director salmantino, 'Escape', resuena como una de las grandes ausentes de esta edición pese a acumular diecinueve inscripciones en el mes de noviembre. Periodistas especializados en cine, como Fran Chico, de la revista Fotogramas, echan especialmente en falta la nominación de Mario Casas a Mejor actor principal.
"Como todo esto es fruto de una cantidad de parámetros... Creo que se comete el error de atisbar una lógica detrás de los premios Goya que se dan", señalaba Javier Alvariño a este medio. Y es que el estar nominado e irte a casa de vacío no es sinónimo de haber realizado un trabajo peor que el ganador. Si no que se lo digan a cualquiera de los salmantinos que han aspirado al 'cabezón' en algún momento: de Víctor Reyes, nominado a Mejor música original y Mejor canción por 'Buried', a David Martín-Porras, candidato a Mejor cortometraje por 'Inside the Box'.
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