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El mecánico salmantino que ponía a punto la bicicleta de Alejandro Valverde

Sergio Martín trabajó para el campeón del Mundo de ciclismo en el equipo Kelme. Ahora presta asistencia neutra en la Vuelta a España y otras carreras.

Sergio Martín 14

Como el de los gregarios, sutrabajo puede pasar inadvertido pero es esencial para que el ciclismo funcione.No en vano, puede considerarse un engranaje más en la cadena de un equipo ode una carrera. Para que uno de los ciclistas más conocidos alce los brazoscomo ganador de una prueba, habrá necesitado de la ayuda de sus compañeros enla carretera y del resto de personal de su formación o de la organización fuerade ella.

Bien lo sabe un salmantino que probabasuerte sobre la bicicleta hasta la categoría Cadete con el Grupo Ciclista Salmántica y el PAS. “En Juvenil lo dejé porque no se me dababien, pero quería seguir vinculado a este deporte de alguna forma y, en 1998,empecé a colaborar con el conjunto Hotel Cubino porque tenía varios amigos allí”, revela Sergio Martín, protagonista de esta historia, aSALAMANCA24HORAS.

En ese momento empezaba a ejercer de mecánico de bicis con el también charro Luis Luengo como referente: “Loseguía desde pequeño y me encantaba ir a verlo. Era mi inspiración. Cuando veía aparcado en la avenida de los Cipreses el coche de alguno de los equipos en los que trabajaba, sabía que estaba en Salamanca. Pero lo que ha hecho él nolo ha hecho nadie en esta ciudad”. Con Luengo como ejemplo a seguir,Martín pasaba a ser auxiliar en el Salamanca Patrimonio de la Humanidad en elaño 2000.

En junio de 2001, el director del Kelme amateur le invitaba a ser elmecánico de esta escuadra en el Circuito Montañés, ya que el titular se marchaba.“Iván Rodríguez, director del Salamanca Patrimonio de la Humanidad, me dijo quefuera porque nosotros no íbamos a participar. Pero luego me ofrecieron seguir ytrabajar a la vez en una tienda de bicicletas en Murcia”, relata Sergio Martín.

Al aceptar la propuesta, seconvertía en mecánico del Kelme amateur para 2002 y 2003. De 2004 a 2006 losería en el cuadro profesional. En uno y en otro coincidía con AlejandroValverde, vigente campeón del Mundo: “Arrasábamos en cualquier carrera. Yatenía nivel, pero nunca exigía nada. Le bastaba con que la bicicleta estuvierabien. Era un chico bueno para todo. Ahora sigue igual. No ha cambiado”.

El poseedor del jersey arcoírises el corredor más mediático al que ha prestado sus servicios Martín, que en 2007 seintegraba en el Fuerteventura-Canarias, y en 2008, en el Extremadura y elOrbea (filial del Euskaltel-Euskadi). Ese mismo año fichaba por Shimano paraprestar asistencia neutra en la Vuelta a España y en otras carreras,desligándose de cualquier equipo. Desde entonces, para compaginar su trabajo como mecánico enun centro comercial de Salamanca con alguna prueba, usa sus vacaciones odías libres para acudir a las citas deportivas.

“En las carreras pequeñas sueloir en coche, pero en las grandes, como la Vuelta a España, voy en la parte de atrás de una motocicleta.En la ronda española disponemos de cuatro automóviles y dos motos. Normalmente,me toca ir con la cabeza de carrera por si necesita cambiar una rueda o unareparación y el coche de su equipo está lejos. Por eso, me entero de lo queocurre en toda la etapa y destaco la batalla que se produce desde la salida,pues los conjuntos modestos quieren coger la escapada buena desde el principio.Es una pasada verlo. Soy un espectador privilegiado, ya que a veces puedo parar y enganchar si la diferencia con los perseguidores es amplia. Pero,aunque te guíes por intuición, a veces dependes del jurado, que te pide queadelantes o retrases tu posición. Por ejemplo, en la jornada que concluyó en LaCovatilla en 2018, fui con Benjamin King (ganador) para que pudiera estarcubierto ante la dificultad de que pudiese llegar el vehículo de su director”.

Sergio Martín tiene que actuar enpocos segundos para que el deportista que requiera su atención pierda el menortiempo posible. Sin embargo, su actividad se encuentra con el problema de laincorporación de los frenos de disco y la existencia de ruedas de distinto grosor. “Tenemos que usar diferentes llaves y estar preparados para varias situaciones, pues no todos los ciclistas llevan frenos de disco. Si seestandarizara, se facilitaría la tarea porque ahora es muy liosa”, reconoce elcharro.

Aunque su trabajo le permiteestar en contacto con las estrellas del ciclismo, también le ha dado algúnsusto: “El más destacado se produjo en la Vuelta a España de 2017, cuando elconductor y yo nos caímos de la moto y nos dimos contra el quitamiedos bajando El Cordal. Estaballoviendo e íbamos por delante de la fuga, pero no interrumpimos la carrera.Nos levantamos y seguimos”.

Sergio recuerda con cariñocualquier ayuda ofrecida a un corredor, pues considera que le ven como “alguien conquien llevarse bien, pues saben que el mecánico está para solucionarles un inconveniente”.

Lo que le produce un especial cosquilleo es acordarse de la victoria de etapa del mirobrigense Eladio Jiménez en laVuelta a España de 2005. “Estábamos en el Kelme y ganó en Lagos de Covadongadespués de que yo le diera la bolsa de avituallamiento. Todos los triunfos sonbonitos, pero que gane un paisano con el que compartes equipo y encima en eselugar…”, explica emocionado, como si fuera un aficionado más.

Ahora tiene 39 años y deseaseguir disfrutando del ciclismo desde dentro, con la mente puesta en que puedetener que actuar en cualquier momento, porque, aunque sea poco conocida, sulabor también permite conseguir campeonatos del Mundo.

Comentarios
Bejarano Hace 4 años (02/06/2019 07:39)
Grande Sergio!! Todo un crack ? <br/>161
Saludos Hace 4 años (02/06/2019 10:13)
Un grande Sergio, se ha sabido ganar la vida, me alegro mucho por él. <br/>210
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