La última víctima española en un episodio violento registrado en Burkina Faso, hasta el asesinato este martes del cámara salmantino Roberto Fraile y del periodista navarro David Beriáin, fue el misionero salesiano Fernando Hernández, nacido en Ledesma en 1959.
El misionero, que tenía 60 años cuando fue asesinado en mayo de 2019, falleció tras sufrir varias heridas de arma blanca, causadas por un antiguo cocinero que formó parte de la obra y que había sido despedido. El autor de la muerte fue arrestado y Fernando Hernández se convirtió en el segundo salesiano asesinado en tres meses en el país africano.
La obra salesiana de Bobo Dioulasso, en Burkina Faso, donde el salesiano misionero asesinado era vicario y ecónomo, atiende un prenoviciado, una parroquia, un oratorio, una escuela profesional y una casa de acogida.
Fernando Hernández, nacido el 8 de abril de 1959, era natural de Ledesma (Salamanca), pero cursó estudios de Formación Profesional en Urnieta (Guipúzcoa), localidad a la que su familia emigró cuando él era joven. Posteriormente, cursó estudios de filosofía y teología. Se ordenó sacerdote en Santander y fue enviado a Benin como misionero.
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