Local

​OBITUARIO | Agustín Salgado, in memoriam (texto escrito por Ascensión Rivas, catedrática de Teoría de la Literatura)

El escritor salmantino falleció el pasado fin de semana a los 88 años de edad

Agustín Salgado

Conocí a Agustín Salgado (Arabayonade Mógica, 1932 - Barcelona, 2020) en el Palacio de Anaya. Ricardo Senabre mehabía encomendado que prologara dos de sus novelas (Tierra desolada y El horcajo)y le pareció adecuado que nos encontráramos en una de sus visitas a Salamanca.Él vivía en Barcelona, donde había trabajado y se había asentado su familia. Noshicimos amigos y charlamos en muchas ocasiones de literatura, de política, de loshijos y de tantas cosas. Agustín tenía el verbo apasionado, una mentalidadabierta y un carácter cordial. Era un hombre bueno, afectuoso y apacible en elque era fácil confiar. Había vivido mucho y tenía, como todos los miembros desu generación, una larga y honda experiencia. Su vida se había desarrollado enlos tiempos difíciles de la guerra, la posguerra y la dictadura, más difícilesaún cuando se abordaban desde una ideología de izquierdas como la suya y unclaro compromiso social. Por eso sufrió la censura en algunos de sus primeros relatos,y por eso dejó de publicar en Ínsulay empezó a hacerlo en revistas mejicanas.

Agustín era un enamoradode El Pedroso, pueblo de la provincia de Salamanca en el que tenía casa yraíces muy profundas. En él, o en Arabayona, pasaba algunas temporadas, aunqueen los últimos años se vio obligado a espaciar aquellos viajes por motivos desalud. Sus hijos, atentos a las necesidades emocionales de los padres (meresulta difícil hablar de Agustín sin mencionar a Manoli) cumplían la misión deacercarles al pueblo en sus últimas visitas. Cuando estaba en la Armuña y aúntenía energía, venía a Salamanca y trabajaba en archivos y bibliotecas buscandodatos que después trasladaba a sus libros. Era un magnífico cronista y teníauna memoria vivísima. También una enorme capacidad para contar. Fruto de todoello son sus novelas (Tierra desolada, Elhorcajo y La grama) a las quedebe su mayor reconocimiento, y sus ensayos sobre El Pedroso, Arabayona y elcristo de Hornillos, así como sus libros de cuentos. El último de ellos, Del color de la lluvia y otros relatos,de 2016, es buen reflejo del gran escritor que era. Amicus, sit tibi terra levis.

AscensiónRivas

Catedráticade Teoría de la Literatura en la Universidad de Salamanca

Comentarios
anónimo Hace 4 años (15/04/2020 16:20)
Recomiendo muchísimo leer La Grama, uno de los mejores libros que he leído en los últimos años <br/>00
Ver más