Según indican desde el Servicio deUrología del Complejo Asistencial de Salamanca, en 2014 se diagnosticaronen torno a 200 cánceres de próstata. En 2018, cuatro años después, la cifra fuede 327. De todos ellos, el tumor avanzado o metastásico representa enSalamanca un porcentaje del 5% anual.
Debido a que el cáncer de próstatacrece muy lentamente, es probable que los hombres que reciben el diagnósticocuando el tumor es muy pequeño nunca presenten signos y síntomas de laenfermedad. Muchos pueden vivir toda su vida normal antes de que el cáncer inclusocrezca lo suficiente como para necesitar tratamiento.
Por ello, en la actualidad existeun protocolo denominado "seguimiento activo" o "vigilanciaactiva", en el que el paciente es sometido a una observación minuciosa sisu cáncer no está causando ningún síntoma o se espera que su crecimientosea lento. "En ocasiones sabemos de antemano que muchos tumoreslocalizados no van a tener impacto en la vida del paciente. Sí, elpaciente tiene un tumor, pero no va a morirse, porque los tumores seclasifican y cada uno tiene un potencial de agresividad", explica aSALAMANCA24HORAS el doctor Francisco Gómez Veiga, jefe del Servicio deUrología. Por lo tanto, con la vigilancia activa también se evita que elpaciente tenga que enfrentarse a los efectos secundarios que conlleva eltratamiento de cirugía o radioterapia.
"Esta corriente detratamiento se realiza en base a una investigación de muchos años", afirmacon rotundidad Gómez Veiga. "Esto no quiere decir de ningún modo que elpersonal médico abandona al enfermo. Existen unos protocolos deseguimiento acompañados de controles analíticos y complementados si es posiblecon estudios de resonancia e imagen. Y así, según la evolución de esoscontroles, podemos decidir seguir sin tratar o llevar a cabo cirugía o el procesode radioterapia", cuenta.
¿Es una forma controvertida deactuar?
Una aparente desventaja de estemétodo de vigilancia activa consiste en que podría darle una oportunidadal cáncer de crecer. ¿Es controvertido este seguimiento, entonces? Gómez Veigaresponde que el paciente recibe en todo momento información del seguimiento quese le está realizando al tumor. "Puede ocurrir que el paciente se agobiepensando que tiene un tumor y que no se le está tratando. Ahí entra en juegola cancerofobia,un miedo humano que cualquiera puede sufrir. Por supuesto que todos lostratamientos tienen ventajas e inconvenientes, pero un hombre joven puede veralterada su potencia sexual o sufrir de incontinencia urinaria debido a losefectos secundarios de una intervención", explica el doctor.
Muchos hombres que eligen lavigilancia activa para el cáncer de próstata, en el mundo occidental, en laactualidad nunca se someten a un tratamiento oncológico. Es posible que elcáncer no crezca nunca y estos hombres puedan alcanzar su expectativa de vidanormal. Sin embargo, algunos hombres pueden elegir recibir tratamientopara el cáncer de próstata si ocurre que el cáncer comienza a crecer más rápidode lo esperado; el cáncer se extiende o el cáncer provoca síntomas.
Otras alternativas: cirugía con elrobot Da Vinci
El tratamiento del tumor, tanto enfases localizas desde el bajo riesgo y la alternativa de la vigilancia activa oen un estado localizado más avanzado, pasa por la cirugía o radioterapia. Eneste caso, el Servicio de Urología utiliza una de las tecnologías más punteras:el robot Da Vinci. "Hemos incorporado como servicio la tecnología del DaVinci, que la estamos aplicando precisamente al tratamiento del cáncer de próstata",explica el doctor Gómez Veiga. "A día de hoy está ofreciendo muy buenosresultados, con altas precoces y buenas evoluciones postoperatorias",indica el jefe del Servicio.
Se trata de una tecnología punteraque ayuda al cirujano a tener más precisión.