El verano es una época asociada a las vacaciones, el ocio,la diversión y la desconexión. Todo ello suele ir vinculado a compartirlo conotras personas, pero también puede ser una etapa de soledad y de angustia.
“En estos meses predominan las llamadas de quienes tienenproblemas económicos para irse de vacaciones o se quedan solos, sobre todo porlas noches, aunque esta franja horaria es común al invierno”, indica aSALAMANCA24HORAS Carmen Igea, presidenta del Teléfono de la Esperanza enSalamanca.
La entidad que preside es una organización nogubernamental que presta atención a todo individuo mayor de edad que necesiteser escuchado telefónicamente para buscar una solución a sus vicisitudes o paradesahogarse. Por eso, abre todos los días del año y a todas las horas desde quese inaugurara en 2003.
28 personas atienden telefónicamente las llamadas, de todotipo de duración, que se reciben. “Cualquier atención psicológica superior a 45minutos es poco recomendable porque se puede repetir e insistir en el punto departida, pero depende de la necesidad. En función del problema a exponer, hayllamadas que duran 10 minutos porque es lo que el usuario precisa paradesahogarse y otras que llegan a la hora”, señala Igea.
Según ella, quienes marcan el 923 221 111, se encuentran alotro lado a personal preparado para escuchar: “Todos los meses tenemosreuniones para formar a los voluntarios, ya que se precisa de un intervalo deentre un año y medio y dos para aprender a escuchar a través del teléfono. Alatender a personas con diferentes problemas, se necesita tener una preparaciónmuy exhaustiva para empatizar. No damos recetas ni consejos. Lo que a nosotrosnos vale, puede que a otro no. Queremos que la gente se desahogue y buscar herramientasque ayuden a salir de situaciones angustiosas. El 90% de losque llaman lo hacen para sentirse escuchados. Si percibimos que necesitanatención más personalizada, podemos darle cita con profesionales preparados demanera anónima y gratuita”.
Lo único que varía en verano es que se paran las actividadesque se realizan durante el curso y que están enfocadas al desarrollo personal,la autoestima, el perdón y la inteligencia emocional, pues la frecuencia dellamadas, como en invierno, se mantiene. “Hay días de diez y noches en las quese llega a 30”, asegura quien preside el Teléfono de la Esperanza en Salamancadesde 2018.
De cara al futuro, esta organización se encuentra trabajando a nivel nacional en el desarrollo de una aplicación que permita conectar con esteservicio sin necesidad de efectuar una llamada.