Este lunes, 16 de marzo, era el primer día de diario en el que los ciudadanos de Salamanca no podían salir a la calle tras declararse el estado de alarma. Sólo aquellos que tengan que ir a trabajar, comprar productos de primera necesidad -ya sean alimentos o farmacéuticos- o cuidar personas dependientes, entre otras excepciones, tienen la posibilidad de desplazarse por las vías urbanas. Y este desplazamiento ha de ser de manera individual, nunca acompañado.
Pese a todas estas restricciones, el tráfico en Salamanca a primera hora de la mañana ha sido numeroso. No como un lunes a la misma hora pero, y curiosamente, sí que se han llegado a formar pequeños atascos en algunas de las vías más concurridas, como la glorieta de la UDS -ya sea en su tramo por el paseo del doctor Torres Villarroel o por la avenida de Portugal- o en el paseo San Vicente, en la bajada de los hospitales.
La nieve probablemente haya provocado que muchos de los trayectos que se podrían hacer a pie por una solitaria Salamanca se hayan realizado en los diferentes vehículos de cada persona. Además, pese a existir una mayor presencia policial que otros días, los controles a los vehículos no se han realizado tan estrictamente como se pudo ver este pasado domingo.
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