El miedo a un segundo brote de coronavirus es algo quepreocupa en todo el mundo, pero especialmente en China, lugar donde se originóla nueva enfermedad de Covid-19 y que, tras varios meses de confinamiento en laprovincia de Hubei -y, especialmente, en la localidad de Wuhan, lugar donde sedetectaron los primeros casos-, parece haber ganado la lucha contra el virus.
Sin embargo, cualquier precaución es poca, y el Gobiernochino ha decretado el cierre de la ciudad de Harbin, al noreste del país, trasdetectar un repunte de contagios de SARS-CoV-2 entre la población.
De hecho, y según informa LaSexta, estas medidas se toman después de que un hombre de 87 añosinfectara, directa e indirectamente, a 78 personas tras estar ingresado en doshospitales. Entre los nuevos positivos se encuentran algunos de sus familiares,otros pacientes de los centros en los que estuvo y trabajadores sanitarios.
De esta manera, a la urbe asiática sólo podrán entrar losresidentes y, si estos regresan del extranjero, deberán pasar 28 días encuarentena: 14 en un centro especial y 14 en sus domicilios. Además, las zonasresidenciales donde se han registrado los positivos también permaneceráncerradas 14 días.
Además, y según medios locales, todos los habitantes deHarbin deberán llevar un código QR con información sobre su estado de salud yportar mascarillas, y todos aquellos casos sospechosos o contactos directos delos infectados deberán someterse a pruebas.
No obstante, los datos a nivel nacional sí sonesperanzadores. La Comisión Nacional de Sanidad de China ha informado de que esteviernes no ha registrado ninguna muerte a consecuencia de la neumonía Covid-19en todo el país, lo que supone un acumulado de nueve días seguidos sinfallecidos por la enfermedad.